Milagro Sala cumplió hoy cuatro años detenida acusada de liderar una asociación ilícita, y subrayó que “volvería a hacer” lo que hizo porque “hay que cubrir la necesidad del otro”, aunque aclaró que su “objetivo nunca fue competir con el Estado”.
“Lamentablemente, hay muchos dirigentes que no le resuelven el problema al otro, pero sí el propio. Lo que más extraño, ahora que estoy encerrada en mi casa, y lo que más extrañaba en la cárcel es la militancia", sostuvo la dirigente social.
Mientras tanto en el Obelisco, miembros de su agrupación Tupac Amaru realizaron un acampe, que comenzó el miércoles y finalizó este jueves con la realización de una conferencia de prensa, para reclamar su liberación junto con la de otros "presos políticos".
A cuatro años de su detención, primero en el Penal de Alto Comedero y desde 2018 en su casa del barrio capitalino de Cuyaya, Sala cuestionó al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y aseguró que vive "un hostigamiento permanente" de parte del mandatario radical.
"No siento que esto sea una competencia política. Es un odio visceral que siente hacia mi persona. Un odio que no entiendo: él actúa como si yo le hubiese sacado algo de él. Y yo nunca le saqué nada. Ni siquiera protagonismo. El que me hizo viral con lo que me hizo fue él. Y no tiene límites", subrayó.
Consultada respecto a la posibilidad de recuperar la libertad, la líder de la Tupac Amaru remarcó que tiene "mucha" esperanza y agregó: "Me gustaría que se termine la agonía, la de mis compañeros también. Somos rehenes de la política opositora".