El doctor Javier Bordone, jefe del Servicio de Hematología del Hospital El Cruce de Florencio Varela, destacó “el compromiso de todo el equipo para continuar con los transplantes de médula sin descuidar a los enfermos de covid". Además afirmó que en siete años realizaron más de 400 intervenciones, cifra que ubicó a la institución en el podio nacional.
Bordone recordó “que en marzo del año pasado, cuando entrábamos en un período de pandemia, lo primero que se decidió en el servicio fue que íbamos a continuar con las cirugías de médula porque una enfermedad como la Leucemia sigue avanzando, se agudiza y puede causar la muerte del paciente”.
El protocolo
"Con el acompañamiento de la dirección médica del hospital se modificó la forma de ingreso de los pacientes para que puedan respetarse las normas en la etapa de pandemia y mantener los tratamientos de quimioterapia y los trasplantes. La actividad sólo se disminuyó un 10 %”, resaltó el profesional.
Ante la falta, el apoyo
Bordone confirmó que “disminuyó la donación voluntaria de médula por miedo al contagio, sin embargo contamos con dos entidades que, de ser necesario, nos proveen , uno es el centro regional de hemoterapia en la localidad de La Plata y el otro es el hospital Garrahan de la Ciudad de Buenos Aires”.
En este sentido, valoró el acompañamiento del presidente del Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de la provincia de Buenos Aires (CUCAIBA).
¿Y después, qué?
En cuanto a las posibilidades del paciente luego de la cirugía, el especialista expresó que “puede volver a la vida normal. Durante su estadía en el hospital le vamos mostrando los cuidados que tiene que tener presente. Es invalorable el trabajo de las enfermeras para ir instruyéndolos. Una vez dado de alta, es muy importante el control y seguimiento del tratamiento con la medicación”.
Sobre este punto, advirtió también que es importante el lugar donde se va a instalar el convaleciente. "Por eso, es indispensable el trabajo que realiza servicio social para lograr un espacio adecuado e informar a quienes los rodean cuál es la mejor forma de acompañar en este proceso de recuperación”, expresó.
Y concluyó: “el rol que tiene el hospital no es solamente de dar la terapéutica de alta complejidad sino también en pensar en todo el entorno social del enfermo”.
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