Comenzó la primera de tres jornadas de búsqueda de casos sospechosos de COVID-19 en el barrio La Fe de Monte Chingolo, Lanús. En la zona residen unas 2300 familias y se presenta un alto porcentaje de infectados.  

Es la nueva estrategia de búsqueda de casos de COVID 19 en villas y asentamientos que está llevando a cabo el ministerio de Salud bonaerense. En esta nueva fase, buscan activamente, casa por casa, los casos sospechosos. Intentan detectar tempranamente las personas que presenten síntomas para evitar brotes en barrios vulnerables.

Esta estrategia comenzó la semana pasada con pruebas piloto en barrio La Paz de Quilmes y en Los Amigos y Sargento Cabral de San Vicente. Ahora continuará replicándose en distintos barrios vulnerables en donde hay casos confirmados.  “El objetivo es atacar los potenciales focos de contagios de manera directa y anticiparse a una multiplicación descontrolada. Esto es una posibilidad mucho más factible en estos contextos socioculturales”, dijo el ministro de Salud Daniel Gollan al principio de esta semana.

Los próximos barrios serán de La Matanza, Merlo, San Martín y Moreno. La decisión surge de la información que arroja en nuevo mapa diseñado por la Provincia. Allí se entrecruzan datos sobre la geolocalización de villas y asentamientos, del RENABAP, y la distribución de los casos en la provincia de Buenos Aires. Es un panel de control en el que están mapeados los casi 2 mil barrios populares bonaerenses en los que viven 423 mil familias.  

A partir de ese cruce de información, se determina en tiempo real dónde se concentra la mayor cantidad de contagios; y por dónde existe circulación.

En ese sentido, los equipos de salud relevaron 351 casas del barrio La Fe de Lanús en búsqueda de personas sintomáticas. Se analizaron 1278 vecinos, de los cuales 2 fueron catalogados como casos sospechosos y se activó el protocolo sanitario para descartar o confirmar la enfermedad.

Los especialistas explicaron que cuando se detecta un caso sospechoso, se realiza el hisopado en una unidad móvil sanitaria, y luego se los aísla. Ese aislamiento puede ser en hospitales provinciales, o en los nuevos Centros de Aislamiento Comunitario, según la edad y los síntomas que experimente la persona.

“Hasta ahora, el plan consistió en recibir a pacientes con síntomas en los centros de salud a través de la línea 148. Pero en los barrios más vulnerables el acceso al sistema sanitario es mucho más limitado. Por eso se decidió avanzar en una nueva etapa. El Estado nacional, provincial y municipal vamos a ir casa por casa”, especificó Gollan.

Al respecto, Leticia Ceriani, Subsecretaria de Gestión de la información, Educación permanente y fiscalización del ministerio de Salud, explicó que se pasó de una vigilancia pasiva a una activa. Hasta hace una semana se esperaba que el caso aparezca para salir a buscar a los contactos. Ahora, en cambio, se salen a buscar los casos antes de que ocurra el brote en los barrios populares de la provincia. “La idea es poder identificar los casos antes de que haya contagios masivos”, detalló.

“Se hace una búsqueda activa de febriles y un cuestionario para identificar si tiene que ver con un caso sospechoso de coronavirus, o alguna otra cuestión, como dengue. Además, se aprovecha la instancia para vacunar contra la gripe y el sarampión”, agregó Noelia López, Directora de Salud Comunitaria de la cartera bonaerense.

El trabajo es complejo y requiere de un despliegue territorial de gran envergadura. Para lograrlo se está llevando a cabo una la articulación entre los municipios y la Provincia, junto con las organizaciones sociales, sindicales, religiosas y clubes de barrios. En el operativo de hoy, participó la municipalidad de Lanús y la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR).
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