Las empresas Edesur y Edenor consideraron "imprescindible" una "adecuación tarifaria" de los servicios de energía eléctrica. Sin embargo, evitaron difundir el porcentaje de aumento que buscan obtener.
Según ambas compañías, si se mantienen los actuales valores tarifarios, sus déficits operativos aumentarían en 2022 entre $43.236 y $56.817 millones.
Las distribuidoras elevaron sus proyecciones económico- financieras a la interventora del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) María Soledad Manín. Lo hicieron en el marco de la audiencia pública que se realizará el 17 de febrero.
En esa oportunidad, tanto distribuidoras como transportadoras presentarán formalmente sus propuestas de ajuste de tarifas.
En el marco de la audiencia, se estima que tanto Edenor como Edesur darán a conocer el porcentaje de aumento que pretenden.
El Gobierno estima un incremento del 20% en promedio para el servicio eléctrico. Pero como también busca llevar adelante una segmentación de tarifas, muchos usuarios dejarán de recibir subsidio y pagarán el valor total del servicio; aunque se mantendrá la tarifa social.
Ante el ENRE, Edesur puntualizó que, sin ajuste tarifario, el flujo de fondos de la compañía tendría un déficit adicional de $ 43.236 millones.
Edenor, por su parte, presentó dos escenarios: uno con los supuestos macroeconómicos fijados por el ENRE en base al proyecto de ley de Presupuesto; y otro en base a estimaciones hechas por la propia compañía en octubre del año pasado (46,8% y $153,40 para ambos indicadores, respectivamente).
El resultado de la proyección para 2022 con las variables macro remitidas por el ENRE arroja un déficit de caja de $50.849 millones, explicó sobre la primera de las opciones.
Luego, en cuanto a la necesidad de fondos según sus estimaciones, indicó que asciende a un total de $56.817 millones adicionales para cubrir el déficit del período.