En diálogo con Télam, Miroslaw Adamczyk, el representante del Vaticano repasó los lineamientos de lo que será su misión pastoral en el país y habla de la relación del Papa con Argentina.

El nuevo nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk, sostuvo que el papa Francisco sigue "con atención" desde Roma "la vida de sus compatriotas" y ratificó que el pontífice "tiene ganas de visitar la Argentina", en tanto que consideró que la pandemia de coronavirus "reveló la debilidad de nuestro mundo".

En una entrevista con Télam, Adamczyk -que fue designado Nuncio Apostólico en Argentina a fines de febrero, pero debió demorar su llegada al país hasta el 6 de setiembre por la pandemia- repasa los lineamientos de lo que será su misión pastoral en el país y habla de la relación del Papa con Argentina.

Nacido en Gdansk (Polonia) el 16 de julio de 1962, Adamczyk ocupará la nunciatura apostólica vacante desde el fallecimiento en junio del año pasado del congoleño León Kalenga.

El nuevo nuncio prestó servicios en las Nunciaturas Apostólicas en Madagascar, India, Hungría, Bélgica, Sudáfrica y Venezuela y fue Nuncio Apostólico en Liberia, Gambia y Sierra Leona. También ocupó el cargo en Panamá hasta su designación como embajador en Argentina.

- Télam: ¿Con qué expectativas llega a su nueva misión en Argentina?

- Adamczyk: Trabajo en las Nunciaturas Apostólicas desde hace 27 años; Argentina es mi novena misión; la tercera como Nuncio Apostólico, pero debo decir que no hay una rutina, trato cada país con el máximo respeto y amor como mío propio. En los años que voy a estar aquí, quiero conocer y comprender Argentina y los argentinos y servir la Iglesia en este país.

- T: ¿Qué significa representar al Santo Padre en su país natal? ¿Qué le comentó el papa Francisco sobre nuestro país?

- A: Claro que ser el Representante del Papa en su país natal es un privilegio y, al mismo tiempo, una responsabilidad. El Santo Padre conoce Argentina y sus problemas, me habló del país y de la Iglesia con mucho amor. Él sigue desde Roma la vida de sus compatriotas y lo hace con mucho cariño y atención. Reza continuamente por Argentina.

- T: ¿El Santo Padre le habló sobre una posible visita a la Argentina?

- A: Sí, me habló y puedo afirmar que el Papa Francisco tiene ganas de visitar Argentina.

- T: ¿Cuáles son sus funciones como Nuncio en el país? ¿Y cómo se desarrollarán en el marco del aislamiento social por coronavirus?

- A: Nuestra Iglesia cuenta con más de 1.300 millones de fieles que viven en más de 3.000 diócesis y, por lo tanto, la principal misión de cada Nuncio Apostólico es consolidar los vínculos de unidad y comunión que existen entre la Santa Sede y las Iglesias locales. El Representante del Papa informa a la Sede Apostólica sobre las condiciones de vida y trabajo de las Iglesias particulares; ayuda al Santo Padre a nombrar los Obispos de estas comunidades, aunque es siempre él quien decide. Cada Nuncio es también un Representante del Santo Padre ante las autoridades del Estado donde se encuentra.

La situación del coronavirus es nueva para todos nosotros; antes de todo espero y rezo para que la pandemia pase cuanto antes, mientras tanto voy a buscar una manera de desarrollar mis funciones respetando las reglas de cuarentena.

- T: ¿Cuándo tiene previsto presentar sus cartas credenciales ante el presidente Alberto Fernández?

- A: (Mañana) miércoles 23 de septiembre presento al canciller de la República, señor Felipe Solá, copias de estilo de las cartas credenciales. Espero que en corto tiempo pueda presentar los documentos a la persona del Presidente de la República de Argentina. Naturalmente, debemos recordar que estamos en tiempos de cuarentena, que limita las actividades públicas.

- T: Usted fue nuncio en Liberia, Sierra Leona y Gambia, países que fueron afectados por el ébola. ¿Cómo observa que responde el mundo ante la pandemia de coronavirus? ¿Cómo cree que será el mundo pospandemia?

- A: La epidemia del ébola en África Occidental, en los años 2014-2015, fue regional y se refería a los tres países, Liberia, Sierra Leona y Guinea. Pero considerando que fue regional, estos países podían contar con una ayuda internacional, el coronavirus es una pandemia, ningún país está a salvo y todos necesitamos ayuda. En consecuencia, podemos contar con nosotros mismos. Naturalmente, esperamos una vacuna o medicina que será fruto de una colaboración internacional. Es de notar que el mundo no conocía epidemia como la del coronavirus desde hace 100 años, la última epidemia similar fue la de gripe del 1918, y además, nadie estaba seguro sobre qué medidas eran mejores y más eficaces para bloquear la pandemia. Espero que el coronavirus pase, lo más rápidamente posible, a ser un virus de gripe común y no peligroso.

- T: También en Argentina la pandemia dejó al descubierto las desigualdades sociales. ¿Cómo observa esta situación?

- A: La pandemia reveló la debilidad de nuestro mundo. Quién podía pensar que en tan breve tiempo estaríamos encerrados en casa, sin poder trabajar o viajar. En las situaciones difíciles quienes sufren más, son siempre los débiles, los pobres y los desprotegidos. Así pasa en cada país del mundo, pero es para nosotros todos, una oportunidad, en primer lugar, de reconocer claramente estas desigualdades y, enseguida, de tratar de repararlas.

Por Silvina Oranges