A partir de hoy, la Comisión Nacional de Valores (CNV) emitió una nueva resolución que permite a niños desde 13 años en adelante invertir en acciones, criptomonedas y otros instrumentos financieros.

Esta normativa, publicada en el Boletín Oficial, marca un cambio significativo al expandir el acceso de infantes a los mercados de capitales, una medida que está provocando reacciones mixtas tanto de los sectores financieros, que la celebran, como de la sociedad en general, que o no lo comprende del todo, o directamente lo condena.

Hasta el momento, los niños y adolescentes podían acceder a opciones de inversión más limitadas, como Fondos Comunes de Inversión, plazos fijos y billeteras virtuales. Sin embargo, con esta nueva reglamentación, el universo de opciones se amplía considerablemente.

No obstante, la resolución introduce una controversia al permitir que, en ciertos casos, los adolescentes operen con mayor autonomía a partir de los 16 años, lo que suma mayor preocupación entre sectores críticos que ven esto como una forma de incentivar una temprana exposición al riesgo financiero y a la llamada popularmente "timba financiera".

Según indica de modo "descriptivo" el comunicado del Boletín Oficial, los padres o tutores deberán estar encargados de 'monitorear el comportamiento de las inversiones', aunque lo deja 100 % al árbitrio de cada adulto el hacerlo o no.

También esperan que los padres tengan un conocimiento sobre estos instrumentos para poder llevar adelante ese control, aunque no constituye una exigencia, solo es una recomendación.

EL ARGUMENTO DE LA "EDUCACIÓN FINANCIERA"

El principal argumento de los defensores de esta medida es que incentivará la educación financiera entre los más jóvenes, preparándolos para tomar decisiones más informadas en el futuro.

Según la CNV, este paso busca "ampliar el acceso al mercado de capitales" y promover una "cultura de inversión" entre las nuevas generaciones.

En apoyo a esta iniciativa, varios programas de educación financiera están circulando en los últimos meses en colegios secundarios, tanto a nivel virtual como presencial, en varias provincias del país.

Se espera que en 2025 la Ciudad de Buenos Aires incorpore de forma obligatoria estos contenidos en su currículo escolar.

Sin embargo, son muchos quienes argumentan que esta apertura es una peligrosa forma de normalizar la apuesta financiera entre los niños.

Para muchos, la posibilidad de que desde preadolescentes puedan invertir en instrumentos de alto riesgo no es adecuada, especialmente en un país como Argentina, con una larga historia de esquemas financieros fraudulentos y estafas piramidales.

Casos recientes como el esquema Ponzi que aún está en marcha en la ciudad bonaerense de San Pedro, que afecta a decenas de inversores, permiten observar la fragilidad del sistema para detectar fraudes y proteger a los inversores, y generan temores sobre la vulnerabilidad de los adolescentes ante estas prácticas.

EL PAPEL DEL GOBIERNO DE MILEI Y EL MERCADO

El presidente Javier Milei, cuyo gobierno promueve políticas de liberalización financiera, desde hace años es un entusiasta defensor de este tipo de medidas.

En el pasado, Milei estuvo vinculado con la promoción de empresas de inversiones que resultaron ser esquemas Ponzi, lo que añade una capa de preocupación para los críticos de esta resolución.

No obstante, el mercado y los seguidores de Milei celebran esta flexibilización, afirmando que permitirá a los jóvenes familiarizarse con las herramientas del sistema financiero desde temprana edad y aprovechar las oportunidades de crecimiento que estos instrumentos ofrecen.

Mientras tanto, grupos de padres y defensores de los derechos de los niños y adolescentes en redes ya manifestaron su oposición a la medida, temiendo que esta apertura contribuya a la explotación económica de los niños.

Argumentan que el conocimiento financiero no se adquiere simplemente abriendo una cuenta de inversión, y que la falta de madurez y experiencia puede llevar a decisiones arriesgadas y potencialmente desastrosas.

Por lo que la nueva resolución del organismo gubernamental CNV abre un amplio debate sobre la educación financiera, el acceso a los mercados de capitales y el papel de los niños en un sistema que muchos consideran demasiado volátil para personas de tan corta edad.

Fuente: Infocielo