A 45 años del golpe cívico-miliar, en la parroquia San Juan Baustista de Florencio Varela se colocó una baldosa en homenaje al obispo Jorge Novak. El acto fue organizado por el departamento de Justicia y Paz de la Diócesis.

Uno de los presentes fue el padre Eduardo de la Serna de la parroquia de Quilmes, quien consideró que “era fundamental” que se realizara este reconocimiento porque “el ministerio de Novak tuvo como principio fundamental la defensa de los derechos humanos”.

De la Serna contó que el obispo “realizó muchísimas misas por los desaparecidos junto a sus familiares. Él sembró y esa siembra que dejó marca todo un camino”.

Además opinó que "nos robaron los colores, entonces estas baldosas con colores, recuperan la mirada y la memoria porque levantamos la bandera de la memoria, la verdad y la justicia en paz”.