Por Alejandro Delgado Morales. Frases polémicas, un culto del “anti”, devoción por el modo de vida estadounidense, búsqueda permanente de llamar la atención… El anticastrista, anti revolución cubana y pro estilo Miami Jorge Mas Canosa aún es recordado al momento de repasar a principales habitantes de un tipo de odio.
Frases polémicas, un culto del “anti”, devoción por el modo de vida estadounidense, búsqueda permanente de llamar la atención… El anticastrista, anti revolución cubana y pro estilo Miami Jorge Mas Canosa aún es recordado al momento de repasar a principales habitantes de un tipo de odio. Por estos lares, como si un hilo rojo los uniera, una conductora de TV alcanza uno de sus seguros objetivos: Que se hable de ella. Aquel levantó una bandera política, esta una de estupidez.
Qué tiempo que toca en la Argentina al margen de la pandemia… Tiempo de mamarrachas y mamarrachos: Resulta complejo de digerir, entender y principalmente de proyectar una salida razonable para conseguir un país en básica armonía, con objetivos comunes y convivencia en la diversidad.
Los aciertos y desaciertos de un gobierno son eso. Se vota, se elige y se vuelve a votar y elegir. En tanto , la vida transcurre con alegrías, tristezas, problemas, soluciones y la nave va… Pero esa casta de personajes destructivos que cada vez se fueron notando más constituyen un apreciable interrogante.
En general, casi siempre ha sido más sencillo destruir que construir, exponer una verdad que instalar una mentira; pero de poco tiempo a esta parte esta ecuación se profundizó de tal forma, que en ocasiones parecería que la búsqueda de la felicidad es un pecado y que priorizar a quienes más necesitan es una manifestación de populismo venenoso.
En este espacio recorrimos en varias oportunidades cómo las mentiras fueron siendo multiplicadas en la sociedad por personeros y personeras del mal (qué otra cosa podrían ser). Hoy, la reflexión apunta a saber si hay una salida posible que permita emigrar del mundo “anti”. Tendría que haberla, pero hay una niebla muy cerrada por delante.
La solidaridad está en las raíces de la Argentina, el sentido común es mayoría y hay certeza en algún caso y esperanza en otro de que en algún momento se tendrán que diluir las voces mentirosas del periodismo de guerra. No hay derecho a tener que vivir esperando qué operación mediática asomará hoy o qué farsa de la política pretende ser vendida por la mañana, retocada a la tarde y cambiada por otra a la noche.
La pandemia deja muertes, sufrimiento, impactos económicos a grandes escalas y ha expuesto diversas situaciones inimaginables. Calificadas voces sostienen que se trata de un antes y un después en el mundo. A la espera del después, en la Argentina transita el mientras tanto, que tiene una carga nociva de negatividad por la negatividad misma.