Bendecida Epifanía, comunidad. Epifanía, significa múltiple manifestación. También conocida como fiesta de los Reyes Magos, es la culminación del ciclo navideño. Por el padre Julio Cura.
Jesús, nacido en un pesebre, es reconocido por los pastores marginales. Pero vienen a reconocerlo desde lejos: la luz, que resplandece en las tinieblas, resplandece de manera que los hombres y las mujeres de buena voluntad de cualquier lugar pueden verla. Jesús no es propiedad de nadie: ni es para Israel (tampoco será de la Iglesia ni para la Iglesia). Jesús es de las personas de buena voluntad, de cualquier nación, de cualquier cultura, de cualquier religión.
Los sabios, personas inquietas y buscadoras, demuestran que quienes miran, llegan a ver y que quienes buscan consiguen encontrar. Representan una sabiduría poco común: la de quienes saben leer los signos de los tiempos y entienden que la salvación de la humanidad no está en la prepotencia y el poder, sino en la sencillez, la ternura y la bondad.
¿Dónde está Jesús para mí? ¿Dónde lo busco? ¿Dónde lo encuentro? ¿Qué estrellas veo aparecer en mi vida? ¿Cómo puedo ser estrella que conduce a Jesús, en mi ambiente familiar, laboral, de amistad, en el barrio, en la parroquia, en los lugares de misión? Dios multiplica sus signos y mensajes para que lo descubramos y lo manifestemos con el testimonio de nuestras vidas.
Los magos ofrecen al Niño todo lo que tienen, se ofrecen a sí mismos, con actitud de admiración y silencio. Adorar, descubrir la cercanía y la bondad de Dios, sentir alegría y gratitud, son actitudes de toda persona creyente ante Dios. ¿Forma parte de mi vida la búsqueda, la contemplación, la alegría, la gratitud? ¿Qué tesoros ofrezco a Jesús, encarnado en los niños, en los pobres, frágiles, débiles, y carenciados?
Que nuestro regalo no consista solo en dar cosas, sino en darnos nosotros mismos con un abrazo, una caricia, un afecto, una mano tendida a quienes nos rodean.
Les comparto este hermoso himno:
Reyes que venís por ellas, no busquéis estrellas ya, porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Mirando sus luces bellas, no sigáis la vuestra ya, porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Aquí parad, que aquí está quien luz a los cielos da: Dios es el puerto más cierto,
y si habéis hallado puerto
no busquéis estrellas ya.
No busquéis la estrella ahora:
que su luz ha oscurecido este Sol recién nacido en esta Virgen Aurora.
Ya no hallaréis luz en ellas,
el Niño os alumbra ya,
porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas.
Aunque eclipsarse pretende, no reparéis en su llanto, porque nunca llueve tanto
como cuando el sol se enciende.
Aquellas lágrimas bellas la estrella oscurecen ya, porque donde el sol está
no tienen luz las estrellas. Amén.
Que la pequeñez y la pobreza de la Virgen Madre sean generadoras de esperanza y de paz en esta fiesta de Reyes 2022. Y que el Padre bueno nos bendiga. Amén.