El INDEC informó que el año pasado volvió a empeorar la distribución del ingreso y eso ocurrió en un contexto de recesión, caída del empleo, de los salarios, las jubilaciones y de los ingresos de la mayoría de los ocupados, con un incremento de los asalariados “en negro”.

El dato oficial es que en 2019 se agrandó de 20 a 21 veces la brecha de ingresos por persona entre el 10% más rico y el 10% más pobre. En 2017 esa distancia era de 17 veces.  Los datos oficiales indican que se amplió la desigualdad social, ya que el coeficiente de Gini subió de 0,417 a 0,434 entre los cuartos trimestres de 2017 y 2018 y cerró al final de 2019 con 0,439.

El coeficiente de Gini es un indicador de desigualdad que toma en cuenta cómo se reparte la totalidad de los ingresos de la población. Es un indicador que varía entre 0 y 1. Cuanto más cercano a 1, mayor es la desigualdad en la distribución del ingreso y pasa lo contrario cuando se acerca a cero (igualdad absoluta).