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Hay niños que siguen siendo expósitos

Para el pediatra Rubén Sosa, en el Hospital Pedro de Elizalde siguen recibiendo niños expósitos. Son todos los que no son entendidos por la sociedad. Los que no entran en el parámetro de «normal» establecido por los neurotípicos. Explicó que la neurodiversidad es una condición, no una enfermedad.

«El hospital Pedro de Elizalde, ex Casa Cuna, está desde antes que la Patria misma», explicó en #BienestarYOtrasYerbas. «Se creó en 1779 en el Virreynato del Río de la Plata. Nació porque no había dónde poner los niños que dejaban abandonados. Y aún hoy seguimos recibiendo niños expósitos. Porque un chico con autismo que no es entendido por la sociedad, un chico violado, desnutrido, una nena que tiene alguna enfermedad prevenible, también son expósitos. Expuestos por la sociedad».

«Y la gente con cierta discapacidad entre comillas, también es expósita. Porque no hay que cambiar a la persona de su presunta discapacidad o neurodiversidad. Lo que hay que cambiar es a la sociedad para que pueda entender el error al no poder incluirlos. Porque la que está enferma es la sociedad».

El pediatra explicó que «la neurodiversidad es un concepto que nace en los 90 por activistas del autismo para decir que no es una enfermedad. Una cosa es una condición y otra cosa es una enfermedad. Si bien se requieren terapias de apoyo, no se consideran niños enfermos. Son personas que están ‘cableadas’ de distinta manera».

Además, insistió en que «los neurotípicos se establecieron como lo ‘normal’. El desafío para la sociedad es cómo se incluye a todas las personas, porque el objetivo básico es que no sufran injustamente».

«¿Por qué tenemos que hablar de inclusión? Porque existe la exclusión», finalizó.

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