Alberto Fernández pidió "bajar tanto barullo en la política" para dedicarse a "construir" el "futuro" del país y sostuvo que "los ciclos políticos pueden cambiar, pero lo que no cambian son las necesidad del pueblo", al encabezar un acto por la presentación del Plan Integral Argentina Irrigada.

"Lo ideal sería que bajemos tanto barullo en la política, veamos cómo el mundo ha cambiado y nos dediquemos a construir nuestro futuro", dijo el Presidente en el acto que se hizo en el Centro Cultural Kirchner (CCK), donde estuvo acompañado por el ministro de Economía, Sergio Massa, y el secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal, Jorge Neme.

El jefe de Estado señaló que la idea de la "aldea global" ya no existe y que la crisis climática impone nuevos desafíos y apuntó a la necesidad de vislumbrar el nuevo escenario mundial para fortalecer las posiciones regionales y el multilateralismo.

"Hay un nuevo fenómeno en el que las naciones y las regiones se potencian. No es que la globalización haya desaparecido. Lo que empieza a asomar es la regionalización del mundo", dijo y continuó: "Ayer hablaba con (el presidente de Brasil, Luiz Inácio) Lula (da Silva) sobre la necesidad de abroquelarnos en América Latina".

En ese contexto, afirmó que "el futuro que se viene le da grandes oportunidades" a la región para "ser proveedora del mundo" y pidió ser "cuidadosos" con lo que es propio de la región, ya que "la globalización, la gran aldea de la hermandad, no existe".

"Hay nuevos actores geopolíticos en pugna, y tenemos que estar lo más lejos posible de esa pugna y mantener la multilateralidad que propiciamos", añadió el jefe de Estado, quien además subrayó la necesidad de dejar de "exportar producción primaria" y pasar a la exportación de "producción industrializada".

En el acto en el que también se hizo referencia al uso del agua, Fernández habló de la crisis climática que "no permite avizorar claramente lo que va a pasar".

"Parecía que el cambio climático no nos iba a tocar, pero durante los cuatro años de nuestro gobierno sufrimos la baja más importante del Paraná" y sostuvo que "tampoco esperábamos la sequía más importante de los últimos 100 años".

En ese contexto, "el agua significa mucho" porque se está convirtiendo en "un bien escaso" que puede afectar tanto a la vida de los pueblos como a la producción y, por ello, su cuidado debe ser una política "central".

"Si queremos construir una economía pujante, capaz de producir alimentos para el mundo, capaz de potenciar la producción del litio, de llevar el gas de Vaca Muerta como energía para este momento (de transición), si somos capaces de sacar el cobre que está en la cordillera, si somos capaces de que nuestra Patagonia construya el hidrógeno verde, entonces el futuro es nuestro", estimó.

El Presidente terminó su intervención al expresar que: "Lo ideal sería que los argentinos bajemos tanto barullo en la política, veamos cómo el mundo ha cambiado y nos dediquemos a construir nuestro futuro".

En el inicio de su discurso, Fernández pidió a los presentes un aplauso para el ministro Massa, en el día en que celebra su cumpleaños.

Previamente, el ministro de Economía destacó el Plan Integral Argentina Irrigada como "política de Estado", y dijo que generará 80.000 nuevos puestos de trabajo y "1.970 millones de dólares todos los años" como producción de economías regionales.

"Esperemos que, gobierne quien gobierne, se entienda que, cuando hablamos de aumentar la superficie cultivable, de lo que estamos hablando es de cuánto trabajo argentino le vendemos al mundo, y esto también es distribución del ingreso", expresó Massa durante la presentación.

En otro tramo de su discurso, el titular del Palacio de Hacienda hizo referencia al discurso que brindó ayer la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en La Plata.

"En una situación de pensarnos a 10 años, ayer escuchaba plantearlo a la Vicepresidenta, que hay que tener una cabeza nueva en un mundo nuevo, y efectivamente, en un mundo donde hablamos de comercio exterior miramos a nuestro principal socio regional Brasil como un competidor, pero también como un aliado", sostuvo.

El ministro destacó que el Estado tiene que invertir por fuera de los "núcleos húmedos" donde "la rentabilidad está asegurada" y lo tiene que llevar a cabo en infraestructura para las zonas áridas; y señaló que eso lo debe realizar como cuando lo hace para evitar que "cuatro vivos" se quieren aprovechar de "la incertidumbre para generar incertidumbre económica".

La iniciativa presentada hoy contempla una inversión pública de más de 2.000 millones de dólares para riego tecnificado y busca incorporar 1,9 millones de hectáreas a la superficie irrigada.

De esta manera, se incrementará en un 90 por ciento la superficie irrigada, que hoy cuenta solo con 2,1 millones bajo riego tecnificado.

Según las estadísticas oficiales, de los 42 millones de hectáreas cultivadas en Argentina solo el 5% corresponden a producción bajo riego.

El plan cuenta con 95 proyectos de infraestructura hídrica en ejecución en 20 provincias para revitalizar la inversión en sistemas de riego sostenible.

Acompañaron al Presidente en el acto el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y la portavoz Gabriela Cerruti.

También estuvieron los gobernadores Raúl Jalil (Catamarca), Arabela Carreras (Río Negro), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Mariano Arcioni (Chubut), Rodolfo Suárez (Mendoza) y Oscar Herrera Ahuad (Misiones), junto al vicegobernador salteño Antonio Marocco.