Querida familia, hoy, domingo de Ramos, iniciamos la gran Semana que culminará con la gloria de la Resurrección. Entremos simbólicamente en el templo y recibamos con los ramos en alto a Jesús que viene a salvarnos exclamando: Bendito el que viene en nombre del Señor. Recibamos a quien nos acompaña y es el Camino que nos guía hacia la luz pascual. Demos gloria a quien nos perdonó y devolvió la dignidad de hijos e hijas de Dios.

Sintonicemos nuestros sentimientos con los Cristo, entregando a su corazón misericordioso nuestros interrogantes y pruebas, tristezas y alegrías. Y como un ramito de olivo en el pico de una paloma fue el signo del fin del diluvio y de la paz en la tierra, pidamos a Dios que nos libre del flagelo de la pandemia y de todos nuestros miedos y dificultades.


Los invito a compartir un momento de oración, continuando con el videíto adjunto y compartiendo con quienes nos rodean las resonancias de lo que nos sugiere la Pasión de Jesús en nuestras vidas y lo que nos inspira la presencia de un ramo de olivo. Que Jesús bendito nos devuelva la esperanza, nos conceda la paz y la alegría pascual.

Que la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo descienda abundante sobre todos ustedes y permanezca para siempre. Amén.