Padre bueno, mueve los corazones de los que manejan las finanzas y recursos de la tierra, para que reconozcan la dignidad y respeten los derechos de los pobres y postergados y de todos los discriminados a causa de su raza, color, lengua, religión o condición social. Y a nosotros danos un corazón sensible para brindarles cercanía y ayuda fraterna. Amén