El avance en tratamientos combinados de inmunoterapia y medicamentos antiangiogénicos disminuyen notablemente la reaparición del cáncer de riñón, un tipo de tumor que padecen más de 5.000 personas anualmente en la Argentina, indicaron especialistas que destacaron la importancia de un diagnóstico temprano, en el marco del Día Mundial del Cáncer de Riñón.
Según la Agencia de Investigación Internacional del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) unas 430.000 personas por año desarrollan cáncer de riñón a nivel mundial, de las cuales cerca de 170.000 mueren, ubicando a este tumor como el decimosexto en lugar de incidencia.
En tanto, el informe estima que en la Argentina se registran 5.100 casos por año, con unas 2.400 muertes, ubicando al cáncer de riñón como el quinto tumor más frecuente después del "de mama, de colon, de pulmón y de próstata", detalló en diálogo con Télam Matías Chacón, jefe de Oncología Clínica del Instituto Fleming.
"Si bien el número de casos nuevos por año aumentó respecto de períodos anteriores, la mortalidad se mantiene más o menos igual y esto se debe por un lado a la detección incidental y, por otro, a los nuevos tratamientos aplicados a los casos graves que evitan la recidiva que es cuando el cáncer reaparece", precisó el especialista.
Pero a diferencia de lo que pasaba años atrás, actualmente de forma incidental se detectan tumores que llevan a un rápido diagnóstico, lo que aumenta "exponencialmente el número de casos, pero la cifra de muertes se mantiene practicamente igual", explicó el oncólogo co-fundador de la Asociación de Pacientes Vicare (Vivir con Cáncer Renal).
"Evolutivamente, a lo largo de las décadas, la cirugía ha mejorado notoriamente su performance y se hacen cirugías cada vez más seguras y menos invasivas. Antes se hacían nefrectomías radicales en las que se sacaba el riñón, la glándula suprarrenal y un trayecto del uréter; hoy se trata de preservar tejidos sanos, sacar sólo parte del riñón, con lo que se evita secuelas o complicaciones, lo que sin dudas impacta sobre la calidad de vida de los pacientes", detalló.
Chacón explicó también que "desde el punto de vista de las medicinas también evolucionó y mejoró mucho desde hace ya año y medio" el tratamiento de los casos de tumores de alto riesgo, que son los mayores a 7 centímetros.
Una vez extirpado el tumor se realizan tratamientos adyuvantes para evitar la reincidencia, prácticas que eran habituales "desde hace décadas pero no tenían éxito porque resultaban negativas y terminaba nuevamente en una cirugía", apuntó el oncólogo.
Sin embargo, desde hace dos años la adición "de una inmunoterapia que se llama pembrolizumab mejoró notablemente los números", precisó el especialista y relató que en pacientes a los que se les extirpó un tumor renal considerado de alto riesgo de recidiva se les "añadió un año de tratamiento inmunológico y se demostró retrasarla".
Chacón consideró que hay una "explosión en el conocimiento acerca del cáncer de riñón", en la que enmarcó el uso desde 2006 de medicamentos antiangiogénicos que son los que bloquean la formación de vasos sanguíneos y "la inmunoterapia que apareció en 2018 en combinación para tumores renales y que cambió la historia por completo de los pacientes con metástasis de cáncer de riñón".
En estos casos, "la gran mayoría accede a respuestas positivas y hasta a la desaparición de sus metástasis, o sea que realmente el avance en el conocimiento se ha trasladado en un beneficio para reducir obviamente el tamaño de los tumores y eso lleva a menos síntomas y mejor calidad de vida".
El especialista destacó el trabajo de "todas las instituciones gubernamentales o no gubernamentales que se ocupan del diagnóstico de la detección precoz y el tratamiento del cáncer", como Vicare, una organización que trabaja en educar, difundir, prevenir y concientizar sobre la temática.
Por su parte, Eduardo Biondi, oncólogo y gerente médico del Laboratorio Varifarma, explicó que si bien el cáncer de riñón es mayoritariamente esporádico, hay factores que pueden elevar el riesgo de desarrollarlo como fumar o la obesidad.
Otros son la edad, dado que la incidencia de cáncer de riñón es mucho mayor en mayores de 50 años.
Biondi precisó que "la función más importante de los riñones es filtrar la sangre para eliminar las impurezas y el excedente de agua en forma de orina. También, los riñones producen hormonas que controlan la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y otras funciones esenciales para sostener el medio interno".
El cáncer renal suele no presentar síntomas en sus estadios iniciales, consignó el especialista y coincidió en que "la detección se realiza por hallazgos casuales en estudios de rutina o motivados por otras sintomatologías, como un análisis de sangre o ecografías abdominales". Con el avance de la enfermedad puede aparecer hematuria (sangre en orina), cansancio, pérdida de apetito, fiebre, anemia y cuadros de hipertensión arterial en pacientes que no son hipertensos.
"El tratamiento del cáncer renal ha evolucionado mucho durante los últimos años con el advenimiento de nuevas moléculas que incrementan las alternativas terapéuticas de los pacientes", advirtió el especialista y remarcó que "cada médico definirá la estrategia de tratamiento dependiendo de diversos puntos vinculados a cada paciente en particular y al avance de la enfermedad".
Por último, destacó que es "fundamental que en la atención participen profesionales de la salud de distintas especialidades formando un equipo multidisciplinario entre radiólogos, patólogos, urólogos, cirujanos,oncólogos, radioterapeutas, nutricionistas, enfermeros y psico-oncólogos". El 8, 9 y 10 de noviembre se realizará en el predio de La Rural del barrio porteño de Palermo el Congreso Internacional de Oncología bajo el lema "El cáncer en el centro, entre la comunidad y la ciencia".