Así lo aseguró Walter Omar, responsable del merendero Los Niños Primero de Florencio Varela
El referente social explicó que con la cuarentena se profundizó la crisis en la zona. «Siempre sostuvimos el merendero con donaciones de gente particular. En este último tiempo se hizo muy difícil porque todo el mundo tiene miedo de contagiarse,» señaló. Por eso se hace muy difícil sostener el servicio.
Contó que «el 20 de junio hicimos la 15° olla popular en lo que va de la cuarentena. Cada día se nos hace más difícil. Ahí recibimos la ayuda del sindicato de obreros de la construcción que ayudan a 7 comedores en Varela».
Pero ahora, dijo Walter, «en el barrio Molino ya no quedan merenderos ni comedores. Había uno en el límite con Solano, pero ya no lo abren más. Se hace muy difícil. El gobierno antes le entregaba la mercadería a las organizaciones sociales. Hoy al no entregarle más todo se hace más difícil».
Sin embargo, en lugar de sucumbir, redobla la apuesta. «Yo creo que con las personas que le llega a tocar el Covid-19 hay que ser doblemente solidarios. Ese es el camino.»
En ese sentido contó que «una señora de unos 45 años, se contagió de Covid-19. Su familia fue aislada. Nosotros con la olla le acercábamos la comida. Directamente iba yo. No puedo mandar a otro porque imaginate que se llegue a contagiar. Usaba guantes, gorra, todo lo que me podía poner. La señora se curó y felizmente están en su casa. Esa señora como agradecimiento cuando hay merendero hace 2 bandejas de bizcochuelo y me manda».
Lo cuenta con la simpleza de la convicción. De lo que corresponde hacer aún en las circunstancias más difíciles.
Para los que quieran ayudar, todo es bienvenido. «Lo que más usamos es arroz, lentejas y leche. Pero todo nos sirve. También entregamos ropa que recibimos en donación. Las compañeras rocían las bolsas con alcohol. Colchones, camas, frazadas, todo».
Para colaborar podes comunicarte al 1132600791.
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