Las personas que están al cuidado de quienes lo necesitan, ya sean familiares o cuidadores formales, necesitan a su vez un cuidado especial. Sobre todo para prevenir el "Burnaut" o "Síndrome del Quemado". Todo lo que tenés que tener en cuenta para optimizar el sistema de cuidado.

"El cuidado es estar pendiente de las necesidades de otro, cuando no puede satisfacerlas por sí mismo. La propuesta es ponerse en cada uno de los extremos: en el lugar del cuidador y en el lugar del cuidado. Son las 2 caras de una misma moneda". Así lo explicó Gabriela Falcone en #ATuSalud.

Puntualizó que "alguien cuida porque alguien necesita ser cuidado. ¿Qué siente y qué hay que hacer con el cuidador?, que si no es protegido termina siendo parte de la enfermedad".

En ese sentido detalló que "hay un sistema de cuidado formal y otro informal. En el primero hay un vínculo contractual con tareas definidas, una remuneración y una relación de dependencia. En el informal está el que mira al otro, provee, se acuerda, está pendiente. Las miradas familiares siempre caen sobre esa persona y se convierte en un cuidador".

Entre las principales recomendaciones apuntó que "es necesario precisar y evitar que todo recaiga sobre una misma persona. Además, no hay que ser inflexibles. El día a día se va modificando, tiene que ser maleable para optimizar soluciones".

La profesional explicó que es necesario evitar "el Burnaut o stress del cuidador. Se produce cuando en algún momento el cuidado le sobrepasa. No tiene que ver con la capacidad del cuidador sino con un fenómeno que tiene que ver con su propia proyección de la vejez o la enfermedad". Es que se trata de "un trabajo que uno no puede socializar, convivir con estas cuestiones desgasta. Y enferma, la persona que cuida le empieza a pesar, no puede trabajar al 100%. Puede aparecer algún descuido".

Por eso, recomendó especialmente: "Hay que estar atento a cómo está, y si es necesario darle un descanso. Y tener una atención, un reconocimiento hacia esa persona".

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