Llega el invierno y se activa la calefacción en las casas. Y llega el peligro de intoxicación por monóxido de carbono, que puede causar la muerte en segundos. El toxicólogo Carlos Damin advirtió que no se debe confundir con pérdida de gas. Lo primero: abrir las ventanas.
Carlos Damin es especialista en Toxicología. Jefe de Toxicología del Hospital Fernández y Profesor de Toxicología de la UBA. En diálogo con #EntreAmigos advirtió sobre los cuidados para evitar la intoxicación, porque "lamentablemente el monóxido no avisa".
Advirtió que "lamentablemente la gente lo confunde con una pérdida de gas. En el caso del monóxido, se produce en la llama de una estufa a gas, de un brasero, o de una estufa de tiro balanceado que está vieja". Es decir, "si no hay llama no hay monóxido".
En cuanto a las estufas de tiro balanceado, recomendó no usarlas si son viejas, porque "después de los 5 años la chapa se pica y por esos pequeños orificios ingresa el monóxido".
La cocina no es estufa
El profesional señaló que "es frecuente que la gente encienda las hornallas para calefaccionar la cocina. O prende el horno y abre la puerta". Desalentó esa práctica porque "cuando se producen las llamas amarillas aparece el monóxido, que no se ve ni tiene olor".
Por el contrario, "las estufas eléctricas o el aire acondicionado frío calor no producen este problema. Tiene que haber llama, por cualquier tipo de combustible, pero llama para que produzca monóxido de carbono", reiteró.
"La principal fuente de intoxicación son los calefones, tienen que estar afuera, igual que los termotanques. O tener las ventanas abiertas todo el tiempo para que el monóxido no entre", recomendó.
La intoxicación
Damin describió el proceso de intoxicación: "es rápida, produce sueño o dolor de cabeza, y la gente lo atribuye a otra cosa. Piensa en que es algo que comió". Por eso, "si tiene esos síntomas o nauseas o vómito, lo primero que tiene que hacer es abrir la ventana, porque seguro es monóxido".
Y luego ir al médico. Porque "muchas veces se abre la ventana pero no se consulta, y eso no es suficiente. El médico debe proveer oxígeno, hay que sacar el monóxido para que no siga dañando. Una vez que ingresó, el monóxido sigue produciendo lesiones en el cerebro, el principal órgano afectado".
Lo primero es "abrir la ventana, y luego hacer la consulta", insistió.
Recomendaciones
Para el especialista, lo principal es "dejar siempre un poco abierta la ventana, debe haber ventilación cruzada, y nunca dormir con aparatos de combustión encendido. Apagar todo cuando se va a dormir".
Y "frente a cualquier síntoma en invierno, lo primero que hay que pensar es con qué se está calefaccionando. Y abrir la ventana".
Recordó que "el monóxido es rápidamente mortal. Tiene una difusión en el aire muy rápida, en segundos. La gente empieza durmiéndose y ya no se despierta más. A veces no da tiempo ni a darse cuenta", finalizó.