Con dudas si va a disputar el liderazgo político de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires y en medio de una interna en llamas, el amor llegó a la vida de María Eugenia Vidal.

La ex gobernadora y el periodista deportivo Enrique Sacco fueron fotografiados por la revista Caras (foto) cuando salían de una parrilla del barrio de San Telmo. La ex mandataria tiene 46 años y Sacco, 51. Se conocieron el 3 de agosto de este año en el programa de Mirtha Legrand. Allì nació una suerte de flechazo. El rumor estaba flotando en el ambiente hace meses, pero Vidal cuidó las formas y guardó el secreto mientras estaba en funciones.

María Eugenia Vidal se separó de Ramiro Tagliaferro, intendente de Morón, en marzo de 2016 luego de un matrimonio de 18 años y tres hijos en común. Conviene recordar que Enrique Sacco quedó viudo de la periodista Débora Pérez Volpin en febrero de 2018, tras una intervención quirúrgica “imprudente y negligente” del endoscopista.

El hecho cobró gran notoriedad por el perfil de Pérez Volpin, que además se aprestaba a incursionar en la polìtica de la mano de Martín Lousteau, 

Vidal y Sacco en su primera salida social eligieron comer en La Brigada, una reconocida parrilla ubicada en Estados Unidos, entre Bolívar y Defensa. Los acompañaban la ex ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, y su marido, Federico Salvai, quien fue jefe de Gabinete. 

La flamante pareja se conocieron la noche del sábado 3 de agosto en la mesa del programa “La noche de Mirtha”. Vidal. Aquella vez, la gobernadora, se sentó a su derecha. Sacco, enfrente, a la izquierda de la conductora. Según informaron fuentes cercanas a la ex funcionaria, ese día entablaron el primer contacto en el que acordaron reencontrarse después de las elecciones. Compartieron cenas y de a poco la relación empezó a convertirse en murmullo periodístico.

Ahora lo primero que hará Vidal es irse de vacaciones. Recién a su regreso, hacia mediados de enero o febrero, comenzará a definir su futuro en medio de una verdadera guerra por liderazgos en su partido, donde muchos ambicionan quedarse con su corona.

Vidal apunta a ponerse al frente de una mesa bonaerense de Juntos Cambio. Tendrá una silla, pero no necesariamente actuaría como conductora. Ella ha prometido comandar la oposición frente a Axel Kicillof, pero en la carrera hay muchos anotados. El primero es el intendente de Vicente López, Jorge Macri, que cuenta con el respaldo de su primo, el ex presidente. No obstante, habrá otros jugadores de peso. En la lista para suceder a

Vidal están también el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, y el de Mar del Plata, Guillermo Montenegro. Hay quienes sostienen que el juego de tronos recién empieza.

Separada hace tiempo del ex intendente de Morón Ramiro Tagliaferro, Vidal residió mientras era gobernadora en una base militar. Así que la resolución de su vida cotidiana no será un tema menor. "Hasta febrero no quiere hablar, aunque va a seguir en política", disparó un dirigente que la siguió de cerca a sol y sombra.

En su círculo íntimo, advierten que  Vidal está cansada de las intrigas del PRO, por lo que no estaría al frente de una mesa política opositora en la provincia de Buenos Aires.

"Puede que se siente a la mesa, pero como una más", advierten.

Si esto finalmente ocurre, se abre una línea sucesoria: ¿qué dirigente del PRO retomará el camino que ella comenzó y que los condujo a gobernar durante cuatro años la provincia de Buenos Aires, históricamente gestionada por el peronismo? Ya hay varios en gateras y son todos del PRO. Por ahora, el radicalismo bonaerense no jugó ninguna carta en esa disputa.

El número uno es Jorge Macri, uno de los intendentes del PRO que fue revalidado sin problemas en su distrito, con porcentajes nada despreciables en medio de la debacle general. Además, tiene el respaldo de su primo, que quiere desplazarla en favor de alguien de su confianza. Jorge Macri fue de los primeros en armar el PRO bonaerense y, en 2015, tuvo una sorda disputa con Vidal para ver quién sería el candidato a gobernador. Hay que reconocer que una vez que se resolvió en favor de ella, el intendente de Vicente López se alineó y no le presentó internas en estos cuatro años. 

Distinto fue la disputa de Vidal con Emilio Monzó, que ya no parece tener retorno. El ex titular de la Cámara de Diputado ya mostró los dientes y todo indica que buscará tallar en el territorio bonaerense, como ya lo uso en claro en el primer acto que hizo en Florencio Varela, uno de los nichos más fuertes del peronismo.

En el marco de la rosca interna, también hay que decir que Jorge Macri y Emilio Monzó dieron el primer paso para un acuerdo político de cara a 2023. Fue durante una cumbre, en un restaurante ubicado en una de las esquinas más cotizadas de la Ciudad de Buenos Aires. Los dirigentes charlaron durante dos horas y media para dejar atrás el abismo que los separó en los últimos años. Durante la gestión de Vidal, la relación entre Monzó y Jorge Macri fue mala, pero los tiempos cambiaron y ahora ambos ponen en duda la conducción de Vidal. Monzó lo hace con más énfasis y festeja que se cayó la "cortina de hierro" que lo mantenía alejado a la Provincia, mientras se muestra con intendentes críticos como Gustavo Posse y el ex ministro Joaquín De la Torre.

Jorge Macri todavía se muestra cercano a la ex gobernadora, pero no oculta sus aspiraciones de disputar el liderazgo interno e ir por la Provincia. Por lo que se supo Macri y Monzó acordaron trabajar juntos, porque ambos se piensan como una posición adentro de Cambiemos, con críticas a la última campaña. En principio la idea es que ellos vayan en el mismo espacio "transitar este recorrido con cierto cuidado y respeto el uno del otro", coinciden en ambas partes. Por ahora postergaron la decisión de quién sería el candidato. La idea es que cada uno trabaje en su propio armado y cuando llegue el momento la boleta la encabece el que más mida. "El que quede abajo deberá acompañar", explican.

"Lo que suceda en 2021 y 2023 también está atado a lo que haga Vidal, si se queda en la Provincia o avanza en su mudanza a la Ciudad", reconoció un dirigente que apuesta a que la ex gobernadora no volverá a ser candidata en territorio bonaerense.   

También en la disputa, aparece el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela. Pero podría tener dos competidores dentro de los históricos del PRO. Uno es Grindetti, quien salvó la intendencia de Lanús luego de un muy mal resultado en las PASO y ahora buscará también tener su lugar en el armado provincia.

El otro es Guillermo Montenegro, quien se impuso en las elecciones en Mar del Plata y va por más. Las vacaciones y el descanso, le aportarán a Vidal una mirada serena para resolver su futuro político. Además tendrá tiempo de observar los primeros pasos de Kicillof, para decidir luego si entra a la cancha a marcarle el paso al gobernador.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.