La Federación Industrial Panaderil bonaerense (Fippba) afirma que el sector atraviesa “el peor momento de los últimos 15 años”. “Nuestro rubro está en emergencia. Recibimos un golpe tras otro y no logramos recuperarnos”, remarca la entidad.

Además, alertan sobre el cierre de comercios a diario. “Muchas panaderías bajan las persianas todos los días y hay menos puestos de trabajo en una industria para la que trabajan unos 100 mil bonaerenses de manera directa e indirecta”, enumera.

Desde la organización atribuyen la crisis a que “durante el 2018 la harina de trigo, principal insumo para la elaboración de panificados, acumula una suba que alcanza un 500%”. Por supuesto, también padecen las consecuencias ocasionadas “por el alza de la luz, el gas y el agua como todas as PyMes”.