Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará la próxima semana a Buenos Aires con el objetivo de evaluar la marcha de las metas que firmó con el Ministerio de Hacienda ante el organismo.

Los funcionarios constatarán si el Gobierno cumple con el acuerdo comprometido con lo que de 15 de septiembre, la Argentina podrá recibir unos US$3.000 millones.

El 20 de junio pasado Argentina y el FMI firmaron un acuerdo por tres años, a través del cual se pactó un préstamo por US$ 50.000 millones.

Pero a cambio, el organismo exigió medidas de ajuste para bajar el déficit.

En ese sentido, el Gobierno avanzó con recortes en la obra pública, despidos en el sector público, y baja de salarios, entre otras iniciativas.

Se espera que la misión sea encabezada por Roberto Cardarelli, un economista italiano encargado de seguir el caso argentino,
Entre las metas que Argentina se comprometió para entonces figuran un déficit fiscal primario de $148.000 millones, un aumento de las reservas netas internacionales de US$ 5.500 millones y una tasa de inflación anualizada de 27%. La mayoría de los analistas cree que el Gobierno las alcanzará.
Se espera también que haya nuevas recomendaciones de ajustes y que se avance en la Reforma laboral.

“Las estrictas regulaciones del mercado laboral obstaculizan la asignación eficiente de recursos en la economía”, según argumenta un informe del organismo.
Las estrictas regulaciones del mercado laboral, como los altos costos de despido y las restricciones al empleo temporal, obstaculizan la asignación eficiente de recursos en la economía, desalientan la inversión y conducen a la subutilización de la mano de obra y la informalidad.