La actividad de la construcción perderá este mes alrededor dos mil puestos de trabajo, en gran medida de obra pública distribuida en el Gran Buenos Aires y las provincias, en una tendencia negativa que continuará al menos hasta octubre. Así lo concluyen empresarios y especialistas del sector que apuntan a la incertidumbre económica general y la devaluación que impactó directamente en los insumos y materiales.


El trabajo de BAE Negocios explica que la caída del empleo se da principalmente en la obra pública, donde existen retrasos en los plazos de ejecución. “En el ámbito privado, hay un parate, pero no tiene comparación con el sector público”, ampliaron.
“En el mejor escenario, julio tiene una pérdida de puestos de trabajo de entre 1.000 y 2.000 operarios de la construcción”, apuntaron.
“El gobierno dice que las obras siguen en marcha con absoluta normalidad, pero la realidad marca otra cosa. Las provincias y las empresas ya no cobran a 60 días sino a 120 días en todo el país”, expresaron fuentes del sector a BAE. Esta coyuntura ha provocado un debilitamiento en la cadena de pagos debido a que el freno o la desaceleración de los proyectos en marcha afecta el pago a los proveedores.
Los metros autorizados disminuyeron 22,6% interanual en mayo y un 6,6% en el acumulado de los primeros cinco meses del año. Si bien las empresas fueron 19.072 en el mes de mayo, ya se está observando que las mismas emplean menos personas, de acuerdo con las fuentes.