El Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP), que comanda el Diputado Nacional Itai Hagman, publicó un informe en el cual destacó que si se distribuyen equitativamente los ingresos de la población más rica del país, desaparecería la pobreza.

El informe mide la desigualdad en el país de forma novedosa: al igual que existe una línea de pobreza establecen una línea de riqueza para dar cuenta del crecimiento de la concentración de la riqueza en el territorio nacional.

OCEPP definió la línea de riqueza como la línea que delimita el ingreso necesario para eliminar la pobreza, es decir, si se redistribuyera el excedente por sobre la línea de riqueza alcanzaría para que no haya más pobres.

Así se arribó a la conclusión de que existe un 0,5% de la población que tiene un Ingreso Total Familiar (ITF) medio de $669.656 mensuales, que representa el 7,6% del ITF de toda la población. Por otro lado, a los pobres les faltan en promedio $13.473 para dejar de serlo.

Los resultados muestran que si se redistribuyera aproximadamente un tercio del ingreso de la población más rica se eliminaría la pobreza medida por ingresos e incluso los ricos seguirían siendo ricos ya que después de la redistribución aún tendrían un ingreso familiar de $382.513.

"Otra forma de verlo es que si el ingreso total familiar máximo se fijara en $382.513 pesos mensuales y se redistribuyera hacia los pobres el excedente de ingresos por sobre ese monto, alcanzaría para eliminar la pobreza", explicó el trabajo.

Otra conclusión a partir de los datos obtenidos es que en Argentina hay 1 rico cada 45 personas pobres.

El Observatorio propone prestar atención especial a estos datos en el contexto de la pandemia mundial, dado que la desigualdad puede profundizarse aún más en caso de que no intervengan los Estados.

"Al contrario, poner el foco en estos números puede hacer que cuando pase el Coronavirus discutamos sociedades más igualitarias", advirtió.
OCEPP dijo que, si bien el Gobierno tomó varias medidas de transferencias a los sectores más vulnerables, todavía estas son insuficientes.

Respecto al impuesto a la riqueza que se debatirá en el congreso, Hagman opinó: “Es fundamental que se sancione un impuesto que grave las grandes riquezas para evitar que la desigualdad siga profundizándose. Es importante que la clase media y media alta se quede tranquila, que no estamos hablando de ellos que también pueden estar pasándola mal. El impuesto a la riqueza solo afectaría al 1% de la población que tiene fortunas realmente exuberantes”.