Por Delgado Morales 

La sumatoria de datos de la realidad social argentina dejan a la vista un 2018 afixiante, triste y con interrogantes por doquier para el común de la ciudadanía. Devaluación, inflación y recesión; tarifas sofocantes, precios al galope, despidos a granel: Crecimiento de la pobreza, al punto de impactar sobre casi 14 millones de personas. Todo, mientras el presidente Mauricio Macri pide confianza en que el país va por el camino correcto.

Un año que en su complejidad tuvo un estallido de temáticas de género, con primer eje en un potente debate por despenalizar el aborto y segundo, la apertura a decir, contar, hablar, soltar amarras en función de exponer/cuestionar a la sociedad patriarcal que caracteriza a la Argentina.

Este escenario 2018 de fuertes contenidos tuvo a principales medios periodísticos en general y una franja de periodistas en particular defendiendo intereses políticos y profundizando la tendencia del anti periodismo.

Cuando Enrique Santos Discépolo inmortalizó el tango “Cambalache” en 1934 no pensó en el periodismo, pero a la vigencia del lodo expresado en su letra hoy bien se puede incluir a esta noble profesión que en Argentina pasa por su crisis más profunda desde el regreso a la democracia, en 1983.

Los pobres son cada vez más pobres, la clase media toca fondo, los ricos siguen y seguirán siendo ricos, los jubilados pelean para sobrevivir. El dólar maneja los piolines, la inseguridad se sostiene.

La división de la sociedad se solidificó este año: Verdes – celestes, anti Cristina – pro Cristina, pobres – ricos, Ríver – Boca y siguen las firmas.

La cascoteada política se dispone a encarar 2019 electoral con los apreciables movimientos que ubican al oficialismo buscando evitar implosiones para poder renovar y a la mayoría opositora, en términos genéricos el peronismo y aledaños, en la búsqueda de un gran frente.

La política de la rosca, el debate y las alianzas; la política de las redes sociales y los trolls; la política que se mueve al compás del Grupo Clarín; la política que encuentra jugadores del periodismo siempre listos como scouts para decir lo que sea necesario.

Pasaron la reunión del G20 y los Juegos Olímpicos de la Juventud por Buenos Aires, pero en medio el gobierno volvió a atar el destino del país al Fondo Monetario Internacional (FMI). No fue un año más.