*Por Jorge Joury

Siempre los episodios donde se producen enfrentamientos entre policías, dejan espacio para las sospechas. Lo ocurrido en Avellaneda, es uno de los ejemplos que escriben capítulos de misterio, a pesar de que hay un comisario muerto, policías gravemente heridos y otros exonerados. Hay investigadores que sostienen que los coletazos del tiroteo  pueden llegar lejos y derivar en un verdadero escándalo político. En La Plata olfatean que la ministro de Seguridad Patricia Bullrich metió la cuchara en el hecho y quiso exponer a la figura de la gobernadora María Eugenia Vidal. Intuyen que el propósito sería ensuciar su lucha contra el narcotráfico y llevar todos los réditos hacia la Casa Rosada. 

En esa dirección, hay que eleer entre líneas las palabras del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, que dijo que todo huele "muy raro". Reveló que los efectivos bonaerenses que integraban una banda de extorsionadores "eran investigados desde octubre" por Asuntos Internos. "Es raro que no se dio intervención directa Asuntos Internos de la Bonaerense y se haya recurrido a otra fuerza", disparó Ritondo, quien levantó un enorme signo de interrogación y lamentó que "no nos hayan avisado". En la entretela, consideró que fue "un operativo en un entorno raro, un lugar raro" y evaluó que los policías federales "tendrían que haber ido con chalecos, identificatorios".

Ritondo pronunció varias veces la palabra "raro"  y precisó que le avisaron de la situación recién después de producido el tiroteo y que a partir de allí avanzaron con la separación de ocho uniformados.

El funcionario, dejó en claro que "Asuntos Internos hace un excelente trabajo" y consideró que "un hecho de estos" no invalida esa situación."Eran delincuentes que vestían uniforme de policía", puntualizó.

Ritondo además confirmó que desde octubre pasado era investigado el comisario Martín Hernán David, quien murió en el tiroteo. Recalcó que el último ascenso de este alto jefe se dio en conjunto con otros once mil  y que "con el diario del lunes es muy fácil marcar que ese ascenso no debió haber ocurrido. Con la gobernadora Vidal vinimos a luchar con las mafias internas y externas, tenemos un promedio de 11 policías apartados por día" . Finalmente, enfatizó que hay "un montón de muy buenos policías" y que "confía" en "la mayoría" de los integrantes de la fuerza de seguridad bonaerense.

Como se sabe, la olla de la corrupción policial comenzó a destaparse cuando el pasado viernes los hombres de la  Bonaerense se tirotearon en una estación de servicio de Avellaneda con sus pares de la Federal. Habían llegado hasta allí para cobrar una coima a la pareja de un presunto dealer que antes los había denunciado por extorsión. Por eso y a pedido de una fiscal, la Federal se había preparado un operativo para detenerlos.

Por lo que trascendió, la  mujer de orígen dominicano había pagado 30 mil pesos y ese viernes debía completar el resto de los 200 mil para obtener "protección" de la policía. Allí empieza el camino de las contradicciones: mientras que el jefe de la Federal, Néstor Roncaglia, asegura que seguían a los extorsionadores desde el viernes, la fiscal del caso aseguró que la denuncia se realizó ese mismo día.

Por estas horas, en la Plata no compran la historia de "policías federales buenos y bonaerenses malos". Sospechan que se trataba de una banda integrada por agentes de ambas fuerzas y que tanto la Federal como la Bonaerense extorsionaban a la pareja de dominicanos. La hipótesis que barajan es que el tiroteo le permitió a los federales sacarse de encima a la Bonaerense.

Uno de los allegados a la pesquisa se preguntó : ¿Dónde se vio a una transa de otro país que vaya a una fiscalía a denunciar?. Ellos tienen una delegación ahí, ¿vos pensás que no saben quién vende droga?", agregaron.

El informante también cuestionó que el operativo podría haber dejado heridos civiles, además de los propios policías. "No podes cortar un auto con dos civiles si sabés de que los otros tipos van armados", aseguraron.

El espinoso caso se suma al marco de tensión ya existente en medio de los cruces por el presunto espionaje ilegal que lleva el juez Alejo Ramos Padilla y que también incluye entre sus víctimas a la gobernadora Vidal. También el ministro Ritondo, había sido espiado por la Agencia Federal de Inteligencia y eso provocó un cortocircuito entre Macri y la gobernadora, quien le reclamó que la AFI retirara sus bases en la Provincia y muy especialmente del municipio de Pilar.

No hay que olvidar que Bullrich es la ministra mejor ranqueada en el gabinete nacional y desde hace tiempo intenta instalar su candidatura a la vicepresidencia. Por eso en La Plata olfatean que "intentó armar un circo" para instalar que la Bonaerense, que depende de Vidal y Ritondo, tenía vínculos con el narcotráfico.

En el ojo del huracán, también quedó el jefe de la Federal, Néstor Roncaglia. Cayó como un balde de agua fría en el cuartel de Ritondo, el gesto ampuloso del funcionario que precisamente el domingo por la noche fue invitado a un programa televisivo y llegó al estudio escoltado por agentes del grupo especial, que portaban armas largas y los rostros cubiertos. "No hay dudas de que los de la Bonaerense eran chorros, pero Patricia está haciendo un show con esto", comentaron. Para despejar dudas, resaltaron que hoy en día hay "800 policías presos y 12 mil fueron apartados de la fuerza bonaerense". Desde otra oficina gubernamental recordaron que desde que asumió, Ritondo ya hubo varios cambios en las cúpulas de la DDA y DDI. " Pero la bonaerense es una víbora de siete cabezas, a la que nunca terminás de limpiar", describieron los informantes como un anticipo de que llegarán nuevas historias para el asombro.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Su correo electrónico es jorgejoury@gmail.com. Si querés consultar su blogs, podés dirigirte al sitio: Jorge Joury De Tapas.