A causa de diferentes temas burocráticos, el holding de ingeniería y construcción Techint decidió suspender las obras del reactor nuclear Carem 25 en el complejo de Atucha, ubicado en las afueras de la ciudad de Zárate.

La decisión desembocó en la suspensión de cientos de trabajadores, número que difiere según desde el lugar de donde se mira el conflicto. En la compañía dicen que son 275 trabajadores de su nómina los suspendidos.

Por su parte, los representantes gremiales aseguran que también hay otros 225 empleados involucrados: algunos están bajo el paraguas de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina ( UOCRA) y otros cumplen otro tipo de actividades.

Fuentes de la empresa aseguraron que se llegó a esta situación principalmente por "la entrega tardía de la documentación técnica apta para construir y la existencia de permanentes cambios a la obra por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

A este tema, se le suma un atraso en los pagos por parte de la CNEA. Todo esto ha causado que el impacto acumulado en la duración de la obra estimado a la fecha haya casi duplicado el plazo original del proyecto". Ahora, la fecha de finalización se ha estirado hasta 2022.

En Techint aseguran que en el último tiempo le han solicitado al organismo que se adopten medidas urgentes que permitan mitigar la grave situación de "quebranto financiero para el proyecto sin que se hubiera solucionado el problema".

"Ante esta situación, nos vemos obligados a adoptar medidas de mitigación sobre el contrato con el objeto de no deteriorar más aún la ecuación económico-financiera. Por lo tanto, a implementará un proceso de readecuación de costos operativos para minimizar ulteriores impactos y evitar mayores pérdidas para ambas partes", agregó la compañía liderada por el empresario Paolo Rocca.

En la UOCRA entienden que la suspensión de las obras y de los trabajadores es "ilegal" porque los empleados no fueron notificados mediante los mecanismos formales.

Para los representantes gremiales, esta situación perjudica a unos 500 trabajadores. Según explica el portal Infogremiales, 350 empleados suspendidos pertenecen a la UOCRA y el resto realiza tareas diversas como seguridad, limpieza, gastronomía y transporte. La mayoría residen en Zárate y Lima o en distritos de la zona.

Desde el gremio esperan que la CNEA y el subsecretario de Energía Nuclear de la Nación, Julián Gadano, brinden respuestas.