Rechazó además cualquier revisión de ese objetivo.

El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, ratificó ayer el objetivo de 17 por ciento de inflación para todo el año y confirmó la vigencia del esquema de metas para la política monetaria.

Rechazó cualquier posibilidad de revisión de ese objetivo a pesar de las críticas que está recibiendo desde diversos sectores políticos y económicos por su política de dureza monetaria.

“Metas que se cambian no son metas”, afirmó Sturzenegger al rechazar versiones respecto del abandono del objetivo por parte del gobierno.

Dijo que en julio la inflación se ubicará en 21 por ciento interanual y que “nos queda llevarla a entre 12 y 17 en diciembre” y anticipó que para 2018 la entidad trabajará en una meta del 10 por ciento.

"Pronto vamos a estar hablando de un objetivo del 10% para el año que viene, en lo que puede considerarse una muestra de extrema confianza en su política, ya que para 2018 el organismo tiene fijada una tasa de inflación con un piso del 8% y un techo del 12%", consideró el titular del Central.

Asimismo, explicó que la tasa de inflación interanual en el pasado mes de abril llegó al 27,5% y que para el mes en curso habrá una reducción hasta el 25%, mientras que "para julio se ubicará entre el 21 y 22%, es decir, habremos bajado en estos primeros meses entre 14 y 15 puntos porcentuales desde los 36,6% de cierre del año pasado".

El funcionario también rechazó que en la actualidad exista una "bicicleta financiera" en el país, al sostener que ese mecanismo especulativo se da cuando existe un tipo de cambio fijo o anclado que le permite al inversor extranjero cambiar dólares por pesos, invertirlos en Lebac, por ejemplo, y al final del período de colocación cambiar los pesos por dólares, realizando una ganancia extraordinaria en divisa extranjera.

Posteriormente a través de las Lebac, pero como esos dólares pasan a reservas, entonces la deuda en letras tienen respaldo y, por tanto, no se trata de emisión monetaria espuria.

En lo que hace al IEF correspondiente al primer semestre de este año, el titular del ente monetario destacó que lo más importante es la evolución descendente de la inflación y su impacto sobre las entidades bancarias, así como el estado de solidez que exhibe el sistema financiero y la coincidencia entre bancos y BCRA sobre la perspectiva de una baja de la inflación y de las tasas de interés.

"Todo el sistema coincide en que las tasas nominales de interés en pesos bajarán en los próximos 24 meses", dijo Sturzenegger, destacando también que la caída de rentabilidad que están sufriendo los bancos desde el año pasado a causa de la baja de la tasa de inflación, será un acicate para que las entidades financieras compitan y aumenten el volumen de negocios.

"La única manera de compensar que el spread y las tasas de interés bajan es con volumen" mayor de negocios por parte de los bancos, para profundizar y extender así la dimensión del actualmente pequeño sistema financiero argentino.

Recordó, al respecto que "los cuatro años del cepo cambiario fueron años en los que las ganancias del sector financiero subían muy por encima de la inflación. Fueron buenos años para el sector financiero".

Sostuvo que esto fue así porque el cepo "permitía atrapar al depositante, era como decirle: ´Tu dinero tiene que estar acá´, por lo cual los bancos no se veían obligados a retribuir a ese depositante".

"Y si la rentabilidad bancaria viene cayendo desde el año pasado, esto es, por debajo de la inflación, es porque "el sector financiero tuvo que pagarle más al depositante", concluyó Sturzenegger.