La crisis no perdona hasta en el territorio porteño, la ciudad más rica del país. De acuerdo con información oficial, 1.343.000 porteños sufren privaciones y 204.000 pasan hambre, según publicó el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) en su Informe Derrumbe social en la Ciudad de Buenos Aires.

Según la institución que dirige el economista Claudio Lozano, a finales del año pasado un 43,7 por ciento de los habitantes de la ciudad “no tenía asegurado el acceso a una canasta de bienes y servicios que le permitiera la reproducción adecuada de sus condiciones de vida”. “Lo que más creció es el hambre”, dijo Lozano.

El informe, basado en datos oficiales de la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Economía y Finanzas del GCBA, sostuvo que “la Ciudad muestra una agravada situación de exclusión socioeconómica que, con diversos niveles de intensidad, afecta al 43,7 por ciento de la población porteña”.

Esto es, casi la mitad de los habitantes de la ciudad tienen dificultades para acceder a la canasta total que, en diciembre de 2018, tenía un valor de 31.349,71 pesos.

La canasta, además de alimentos y bebidas, incluye “los servicios básicos necesarios para la reproducción del hogar (educación, transporte y comunicaciones), bienes y servicios de carácter no durable necesarios para el mantenimiento del hogar, servicios de esparcimiento y bienes y servicios para la higiene y el cuidado personal”.

El informe, además, arrojó que el 21,3 por ciento de los porteños es pobre, esto es, 654 mil personas. Respecto a 2017, el IPyPP aseguró que la pobreza creció un 20 por ciento, pero que si se compara con la cifra que existía en 2015, el incremento es del 28 por ciento. Lozano señaló como principales responsables de este crecimiento a la combinación de políticas públicas que implementaron el presidente Mauricio Macri a nivel nacional y el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta a nivel local.

“Incluso en la ciudad más rica del país, el impacto que produjeron las políticas aplicadas a nivel nacional causaron el aumento en el precio de alimentos y servicios”, señaló Lozano.

En un informe anterior, el IPyPP señaló que las corridas cambiarias, el salto del dólar y la caída en la actividad económica perjudicaron a la población tanto a nivel nacional como local. Este documento explicó que mientras la pobreza en el país era de 25,5 por ciento en el primer trimestre de 2018, en el cuarto, luego de las corridas cambiarias y el llamado al Fondo Monetario Internacional (FMI), fue de 35,9. “La Ciudad de Buenos Aires no es independiente de esto. Por eso venimos planteando que hay un derrumbe social”, afirmó el economista de Unidad Porteña.

Para Lozano, las políticas públicas de Macri y Rodríguez Larreta generaron no sólo mayor cantidad de personas pobres, sino la intensificación de la pobreza. Esto, explicó en el informe, está “evidenciado el en mayor crecimiento en la indigencia”. 204 mil personas no tienen acceso a la canasta alimentaria. Esto representa a un 6,6 por ciento de la población. El economista y ex diputado sostuvo que la canasta de indigencia se compone íntegramente de alimentos. “De ahí viene el aumento del hambre. Crece más la cantidad de gente que cae bajo la línea de indigencia de los que caen bajo la línea de pobreza”, afirmó.

Si se compara con 2015, cuando la indigencia afectaba al 4,1 por ciento de los porteños, el IPyPP sostuvo que la cantidad de personas en esta situación creció un 60 por ciento. Mientras que en diciembre de 2018, respecto al mismo período de 2017, la cantidad de personas en situación de indigencia creció un 65 por ciento. De acuerdo a las mediciones de fines del año pasado, el ingreso total de un hogar para que supere la línea de indigencia debe ser de 12.237,92 pesos.

“Lo otro que hay es una involución de capas medias”, señaló Lozano. El informe indicó que hay un 11,1 por ciento de porteños que integran un “sector medio frágil”. Si bien no son pobres, se encuentran en una situación de vulnerabilidad tal que pueden caer fácilmente bajo la línea de pobreza.

Además, la clase media, que representa al 47 por ciento de las personas, y el sector acomodado, el 9,3 por ciento, disminuyen “como consecuencia de un empobrecimiento generalizado de la población”. Para Lozano, es necesario “replantear el acuerdo con el Fondo y revisar el endeudamiento en Argentina”, para mejorar las condiciones de vida de la población.