El calendario establece para la Argentina que el 16 de septiembre es el Día Nacional de la Juventud y Día de los Derechos de los Estudiantes Secundarios, en memoria de la atrocidad perpetrada en 1976 por la dictadura cívico-militar: “La noche de los lápices”. Pero el gobierno eligió un aro de básquetbol para ornamentar la Casa Rosada. No sorprende, claro, si se repasan otras elecciones conmemorativas, como en ocasión del San Valentín pasado.

Desde luego que resultaba inimaginable una alusión al derrocamiento del General Juan Domingo Perón a manos de la dictadura autodenominada “revolución libertadora”, pero según el paladar macrista ¿quién podría sorprenderse si en lugar de un aro hubieran elegido una foto del plantel de huracán de César Menotti campeón metropolitano 1973? O una del ilusionista David Copperfield que nació en esta fecha de 1956.

Exageraciones al margen, nadie duda incluso mucho más allá del mundo deportivo que la actuación del seleccionado nacional en el Mundial de China resultó soberbia y que amerita un reconocimiento especial, pero se conoce la esencia del pensamiento liderado por Mauricio Macri como para poner en contexto al aro.

Este gobierno en retirada no fue dotado de nacimiento por el buen humor, los tiempos, las formas, la sensibilidad, la mirada colectiva y el sentido común: Resultados a la vista. Mal se lo puede criticar por omitir aspectos de los capítulos dolorosos de la historia argentina hasta en las redes sociales. Mal se lo puede señalar, porque es sabido cómo piensa y cuanto calza.

Todas las penas que provocan las acciones de gobierno parecerían fortalezas para el macrismo. Y la meritocracia, el “sí, se puede”, la “pobreza cero”, la inflación como una pavada, el dólar a 23 pesos, la “lluvia” de inversiones, el fin del impuesto a las ganancias.

Se cumplen 43 años de la denominada “Noche de los Lápices”, en la que un grupo de jóvenes de La Plata- de entre 16 y 18 años- que reclamaban por el boleto estudiantil secundario gratis fueron secuestrados y torturados durante la última dictadura cívico-militar.

Es imborrable cómo en la noche del 16 de septiembre de 1976 se inició un operativo conjunto de efectivos policiales y del Batallón 601 de Ejército con el objetivo de capturar a nueve jóvenes, en su mayoría integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

Los secuestrados fueron Francisco López Muntaner; María Claudia Falcone; Claudio de Acha; Horacio Ángel Ungaro; Daniel Alberto Racero; María Clara Ciocchini; Pablo Díaz; Patricia Miranda; Gustavo Calotti y Emilce Moler.

Los últimos cuatro lograron sobrevivir a una semana de tortura y a su posterior traslado a la cárcel. Los cuerpos de los otros seis siguen aún sin aparecer. Si vos querés, podés  seguir mirando para otro lado.

Alejandro Delgado Morales.