La suba del dólar, que desde el pasado viernes acumula un 25% y que en las últimas horas superó los los $60, volvió a cambiar las reglas de juego en la relación entre los comerciantes y los dueños de los locales.
Sobre todo se da en los casos en el que el inmueble aún está desocupado y en donde aún no hay un contrato de locación de por medio.

"Varios dueños ya nos están planteando un reajuste en los valores. Nosotros creemos que todavía es pronto para tomar una decisión así. Hay que esperar unos días para ver como se reacomoda todo", explicó Christian Giménez, el Responsable de la División Locales del Grupo Adrián Mercado.

El especialista indica que, en la actualidad, el 95% de los acuerdos se celebran en pesos. "Luego de la devaluación de 2018 casi no existen los contratos en dólares", agrega.

Lo que sí proliferan en los convenios que tienen vigencia son las cláusulas de ajuste -que incluye la evolución de precios de una canasta de productos determinados- para el caso de que, como está ocurriendo ahora, se dispare la divisa estadounidense y, posteriormente, ocurra lo mismo con la inflación. Hoy, el piso promedio de aumento que prevén la mayoría de los contratos alcanza el 15% semestral.

La realidad es que a los propietarios de los locales se les hace cada vez más complicado mantener su establecimiento activo sin ceder rentabilidad. Por eso no extraña que el valor del alquiler se encuentre en el nivel más bajo de la última década y acercándose velozmente a lo registrado en el fatídico 2001.

Un informe de la consultora Colliers indica que en el primer semestre del año el precio promedio se situó en los US$38,06 por metros cuadrado, es decir, US$5,16 por debajo de lo registrado a fin del año pasado, un descenso del 11,93% durante el semestre y 14,15% con respecto al mismo período de 2018.

Los comerciantes se mueven en una escenario de plena incertidumbre. Ante la falta de precios de referencia, en las últimas horas, en diferentes zonas comerciales del país, se observaron muchos establecimientos que prefirieron no abrir sus puertas.

Otros decidieron tener actividad por menos cantidad de tiempo aunque retiraron buena parte de la mercadería que tenían a la venta y cancelaron muchas ofertas y planes de financiación que habían ofrecido hasta la semana pasada.