¿Por qué invertir en Bitcoin?

Muchas personas aún desconfían de esta criptomoneda. Su argumento principal en contra es el alto índice de volatilidad. Según el portal Buy Bitcoin Worldwide, en los últimos dos meses el Bitcoin ha presentado un 5,22% de variación de precio. En contraste, monedas como el dólar (USD) y el euro (EUR) están en un rango de 0,5% a 1%.

Pero podemos ver el lado positivo. Al momento de redacción de este artículo, el Bitcoin (BTC) registra un precio medio de once mil cien dólares. En el portal blockchain.com se puede revisar esta y otras estadísticas de la cadena de bloques de Bitcoin. Si observamos el precio a lo largo de los años, el BTC ha tenido caídas considerables, pero se recupera y presenta una tendencia general al alza. Por este motivo, los expertos recomiendan invertir a largo plazo. Y aún a pesar del alto precio de cotización, las personas pueden adquirir apenas una porción de BTC para realizar sus inversiones.

Por otro lado, hay todavía un vacío legal en temas de Bitcoin en la Argentina. No obstante, al no haber leyes que prohíban su uso en nuestro país, cualquiera que desee invertir puede hacerlo. Como dato, cada vez es mayor el número de entidades que respaldan al Bitcoin y analizan su impacto en la economía. Incluso organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han creado una criptomoneda para comprender mucho mejor la tecnología Blockchain que hace posible la existencia de este sistema de cambio.

¿Cuáles son los riesgos de invertir en Bitcoin?

Invertir en Bitcoin tiene tantos riesgos como podrían tener los activos del mercado de valores. Los precios pueden subir tanto como pueden bajar, y quizá lo más recomendable sea acudir a un criptobróker que maneje el dinero por usted a cambio de una comisión. Estas empresas suelen ofrecer paquetes de diversificación de riesgo y un manejo experto del capital. Combinan, por ejemplo, la inversión en BTC con inversiones en criptos de volatilidad más baja, o en divisas.

Sin embargo, lo más importante es adquirir el Bitcoin en casas de cambio de confianza. Aunque el Bitcoin no tenga una base legal, las empresas que capitalizan con él deben estar reguladas en temas de captación masiva de dinero. Por este motivo, el usuario debe buscar entre el mercado de criptobrókeres aquellos que cuenten con licencias internacionales o con permisos territoriales para operar. Importante: buscar sitios web que cuenten con opciones viables para el retiro de los fondos.

Otro factor importante para tener en cuenta es que los propietarios de criptomonedas suelen almacenar sus activos en billeteras virtuales. Es así como, aunque la criptomoneda en sí misma sea imposible de hackear, los códigos que se almacenan en estas billeteras pueden caer en manos de los ciberdelincuentes. Si usted adquiere Bitcoins, guárdelos en billeteras virtuales de sitos seguros. También se recomienda mantener un respaldo de los códigos o tokens en una USB.

¿Qué otros usos tiene el Bitcoin?

Las criptomonedas son también un método de pago en el ecosistema de Internet. Hoy día es posible encontrar tiendas virtuales que aceptan criptoactivos como pago por productos y servicios de todo tipo. Suscripciones, licencias, descargas, productos e incluso reservaciones de vuelos y hoteles.

Otro uso interesante ocurre en las páginas de apuestas deportivas. En ellas, los usuarios realizan apuestas durante la emisión en vivo de los partidos o campeonatos, y los montos se manejan en BTC. Se trata de una forma de entretención cuya mayor ventaja es la privacidad, ya que apostar con Bitcoin le evita al usuario ingresar sus datos financieros o crediticios en estas plataformas.

Como dato adicional, hace algún tiempo Japón reconoció el Bitcoin como método de pago, e impuso estrictas normas administrativas y legales para las empresas que manejan criptomonedas. Dada su creciente popularidad, regular el Bitcoin mejoraría la transparencia en temas tan delicados como el lavado de activos y generaría confianza a los usuarios que desean invertir. También, otorgaría a la Argentina nuevos rubros de captación tributaria.