Publicado por DELGADOMORALESBLOG el 19 JUNIO, 2019

Miguel Angel Pichetto consiguió en un puñadito de días un nivel de conocimiento público como no lo tuvo en 68 años de vida ¿Es tan bueno o en el macrismo son tan malos? Hay una gran coincidencia, incluso en territorio oficialista, en que el presidente Mauricio Macri sacó un conejo de la galera y logró tapar mediáticamente los duros datos de la realidad, al menos por un rato.

Pichetto comenzó a moverse como pez en el agua tras el veloz y emocionante “si” que le dio a Macri para acompañarlo en la fórmula presidencial que competirá en las próximas elecciones. A pasos del retiro, aceptó no colgar los botines políticos y sumergirse en esta irrepetible oportunidad de ubicarse en el foco de las miradas, de parecerse a un bronce.

Participa en reunión del gabinete nacional, le da consejos a María Eugenia Vidal para que pueda revalidar en la provincia de Buenos Aires, habla con todos los gobernadores, expone en seminarios, hace declaraciones ante cuanto micrófono se le pone por delante y aseguran que llega a su casa y cocina, hace gimnasia, lee un libro por semana y mira en Netflix la serie Sucesor Designado.

Bien podría enmarcarse como un fenómeno por lo menos curioso cómo este hombre nacido en Banfield, en el conurbano bonaerense, y convertido a rionegrino por elección, consiguió desairar a propios y extraños y, de pronto, hasta llegar a corregir al mismísimo y hasta ahora intocable consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba.

La necesidad tiene cara de hereje se ha repetido por décadas y así, Pichetto consiguió incluso silenciar nada menos que a Elisa Carrió.

La cuota de derrotas en Río Negro las tiene colmadas y hay coincidencias en que no le aporta votos a Macri, pero de la misma forma se le reconoce “muñeca política” eficiente desde el regreso a la democracia, en 1983. Lo llaman “peronista mandato cumplido”, oportunista y demás, pero si hay algo que no le entran al circunspecto “defensor de las instituciones” son balas.

Pichetto no trepida en derramar comentarios xonófobos, en empuñar todos los tips propios del pensamiento de la clásica derecha, en su versión más dura, y recorre su andarivel hasta que las urnas determinen su futuro. Nada que perder, piensa, ni si quiera en la elección. Es todo ganancia.

Los macristas más macristas que Macri, los macristas que sueñan con sobrevivir, el remanente de radicales sometidos y los anti peronistas que aún cuando estén mal prefieren estar peor a que “vuelva el pasado”, ven a Pichetto como una posibilidad, como una suerte de salvador. La Argentina, está claro, es una tierra de oportunidades.

Fuente:
https://delgadomoralesblog.wordpress.com/2019/06/19/pichetto-conduccion/