Raúl Santoandré, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (FIPPBA), confirmó ayer sábado que en su sector “tenemos las ventas suspendidas de nuestra principal materia prima, la harina, porque no se sabe el precio, dada la incertidumbre del valor del dólar”.

Respecto al precio de la bolsa de harina, el empresario confirmó que la última referencia fue de entre $1.200 a $1.400. En caso de que un panadero hoy tenga que reponerla para su producción explicó que “tenés que ir comprarla a un depósito y pagarla $1.600 o $1.650. Si bien es una materia prima nacional, está dolarizada y no tenemos precio hasta la semana que viene”.

Ante los vaivenes de la cotización del dólar, el titular de FIPPBA explicó que “terminás perdiendo plata porque no podés reponer la mercadería. Estamos muy preocupados de lo que pueda ir sucediendo la semana que viene. Tenemos muchos llamados de panaderos que no tienen stock de materia prima y están recurriendo a molinos, depósitos o están pidiendo prestado”.

En tanto, consultado por los precios de referencia del kilo de pan, afirmó que se encuentran entre $80 y $120, según la zona. “No es lo mismo el precio del alquiler en Mataderos o en un lugar céntrico. Por ahí una panadería de barrio paga menos de alquiler o se ve ayudado por ser propietario. El panadero pone el precio final, no es un monopolio”, detalló.

También, señaló que la harina hoy representa un 30% del costo del kilo de pan.  "Más de 1.300 panaderías cerraron en todo el país. La que puede seguir es porque trabaja la familia completa y todos los días se están endeudando”.

"Las fabricaciones dulces van camino a la exterminación. Podés vender en un Día de la Madre o un fin de semana. La docena de facturas está entre $250 y $320. En este caso varía mucho la materia prima con la que se utiliza”, resaltó.

Ante este escenario crítico para la industria, Santoandré ratificó que han registrado un 50% de caída en las ventas y un alto índice de clandestinidad. “Esto es algo que también nos afecta mucho”. Y ejemplificó: “El código alimentario nacional prohíbe la fabricación de pan precocido, como se da en los supermercados chinos o estaciones de servicio. Pero no hay controles, ni nacionales ni municipales”.