*Por Jorge Joury

La figura de Roberto Lavagna empezó a crecer. Su cuerpo sabe que puede aspirar a un período en la Casa Rosada, pero los trolls amarillos se activaron para bajarle el precio. No hay que olvidar que el PRO tiene la base de datos más grande del país y existen serias denuncias sobre como la han manipulado en épocas recientes para devaluar a figuras de la oposición. Existen indicios de un plan para mostrar a Lavagna como "un viejo sin actitud para gobernar el país". En el año en que el Gobierno tratará de esconder debajo de la alfombra su fracaso económico, el ex ministro que sacó a la Argentina del incendio del 2001, se muestra como el candidato ideal para conformar a una amplia franja de argentinos que quieren otra opción que no sea Mauricio Macri ni Cristina Kirchner. Los empresarios también lo miran con simpatía. Un estudio reciente de la consultora Taquion también reveló que el 65,7% de los encuestados desaprueba las gestión de Cambiemos y que el 47,2% reconoció que tiene miedo de perder el empleo.

El avance de Lavagna en el escenario electoral se ha constituído en una verdadera piedra en el zapato para el sueño reeleccionista de la Casa Rosada. Más aún en un año donde gestión de Mauricio Macri viene en picada y los bolsillos están perforados por los tarifazos y la inflación. Según el último informe de la consultora Elypsis, la imagen de Lavagna, creció 5 puntos durante enero, cuando se fotografió con el senador Miguel Ángel Pichetto, despertando así las especulaciones sobre su posible candidatura presidencial en tanto que Cristina Kirchner cayó 7 puntos en las últimas semanas..
Será por eso que se respira en el ambiente un extraño tufillo que prenuncia una campaña sucia desde sectores del oficialismo, principalmente aseverando que los jóvenes no saben quien es Lavagna y es "demasiado viejo para conducir un país".
El PRO tienen la base de datos más grande del país y la puede manipularla a gusto, como ya fue denunciado en su momento con el caso de los aportantes truchos. Otra demostración de golpes bajos quedó al descubierto con la aparición de carteles propiciando la candidatura a gobernador del polémico titular del Suteba, Roberto Baradel. El propio dirigente sindical culpó a la gobernadora María Eugenia Vidal de la maniobra.
Pero el pescado grande al que le apuntan ahora los cañones del oficialismo, es a Lavagna, el hombre que si se convierte en carta de unidad dentro del peronismo puede sepultar el sueño reeleccionista de Cambiemos.

LA OPERACION DESPRESTIGIO
Los trolls amarillos lo califican de "viejo" a través de las redes sociales y la propia Elisa Carrió lo tildó de "soquete", aludiendo a su look veraniego de medias con sandalias. "Yo competí con Lavagna y él ya era grande. Hay que dejarle lugar a las nuevas generaciones. Yo no puedo terminar como Alfonsín cuando le decía Leopoldito a Moreau cuando tenía 60 años. Que se dejen de jorobar, si no tienen ni físico para gobernar", aseguró la diputada oficialista. Para Carrió “la Argentina del futuro tiene que permitir gobernar a las personas de 45, 50 años”
El encargado de desactivar el operativo para jubilar al economista es Miguel Pichetto, el senador por Río Negro, dispuesto a bajar su precandidatura presidencial por un mejor postor. "Él tiene una lucidez extraordinaria, es un hombre comprometido con la realidad, es muy activo y dinámico. Lleva muy bien su edad. Hay una tendencia en el mundo a la elección de hombres experimentados, el presidente de Estados Unidos Donald Trump está por cumplir 74 años", argumentó. También comentó que "hay una vieja anécdota de un ex boxeador que peleó hasta los 45 años y se llamaba 'Mano' de Piedra Durán, que cuando le dijeron que era viejo, él dijo 'viejo es el viento, pero todavía sopla", ejemplificó el senador. "Hay jóvenes viejos también; hay gente que no acepta ni comprende el tiempo en el que vive y eso es también ser viejo, aún cuando el calendario diga que son jóvenes", concluyó.
Hay que decir que la edad avanzada y la experiencia de Lavagna seduce a varios precandidatos que hoy no cuentan con los votos para ser presidentes, ya que el economista puede aspirar como máximo a un mandato. Se sirve de ejemplos como Pepe Mujica, el papa Francisco y Donald Trump para justificar que aún está vigente. Tienta también a un sector importante del círculo rojo, que vio mermada su riqueza en la era Macri.

CASOS CONCRETOS PARA EMBARRAR CANDIDATOS
Hay que tener en cuenta que la campaña sucia se usa para debilitar a un rival, o directamente sacarlo de la cancha. Por lo tanto son estrategias de parcialidad asociadas a una hostilidad explícita, carentes de una plena racionalidad, y en donde evidentemente los juicios, más parecidos a las fake news, van a dominar la escena del intercambio discursivo durante los próximos meses.
Hay casos concretos en la historia reciente.El ex gobernador Daniel Scioli se topó con ese problema en 2015 cuando enfrentó a Mauricio Macri. Si bien era Macri el que denunciaba la existencia de una campaña sucia, por las acusaciones que hacía Scioli, el candidato del peronismo fue el blanco de un plan sobre cómo estaba toda inundada la Provincia de Buenos Aires, pero hecha con imágenes de otros países.
También Daniel Filmus denunció una maniobra montada por parte del macrismo con el objetivo de arruinar sus posibilidades de ser jefe de gobierno en 2011. Consistía en llamados telefónicos a vecinos de la Ciudad con una máquina que involucraba a su padre, de 80 años, en la corrupción de “Sueños Compartidos”, las viviendas sociales de Shocklender y Hebe de Bonafini. La información era falsa y por esa campaña fue procesado el gurú publicitario del PRO, el ecuatoriano Jaime Durán Barba a quien se consideraba el cerebro de la movida.
Todo es posible con dinero que no deja huellas. Los Trolls center (cuentas de tuiter para masificar un mensaje real, medio real o falso) para una campaña presidencial pueden valer hasta 200 mil dólares por mes si se trata de una competencia por la presidencia, según confesó Andrés Elías, un ecuatoriano que se dedica a ese tipo de acciones.

LA BENDICION A ORILLAS DEL MAR
Aunque Lavagna aún no dio el sí para la largada de la carrera 2019, ya cuenta con la figuras de un posible gabinete de emergencia y hasta un plan para salir de la crisis, que probablemente se conozca en marzo. Para muchos es el candidato ideal. El ex presidente Eduardo Duhalde es el principal impulsor del operativo clamor de la candidatura.
Duhalde ya se reunió con Ricardo Alfonsín, viajó a Salta junto a Chiche para charlar con Juan Manuel Urtubey y conversa con referentes de distintos partidos. Incluso, antes de ver al santafesino Lifschitz se juntó con Alfredo Olmedo.
El gremio de los gastronómicos, cuyo titular es Luis Barrionuevo también puso la primera pata sindical y armó un almuerzo en Mar del Plata para darle la bendición al ex ministro.
Allí se elaboró un documento final que recordó que “en la crisis más honda” de la Argentina “hubo un equipo económico bajo el timón de Lavagna” que logró “enderezar la nave y evitar el colapso final”. Alguno de los asistentes quiso ir más a fondo pero se impuso la prudencia, indicaron fuentes al tanto de la elaboración del texto. Más explícito fue el anfitrión, quien afirmó que “Lavagna tiene que ser el candidato de todos los argentinos, no solo del peronismo federal”.
Su hijo Marco, en cambio, evitó definiciones y habló de la necesidad de “trabajar desde todos los sectores en construir una alternativa que convoque a la unidad nacional”.

CON EL AVAL DEL MUNDO EMPRESARIO
Lavagna también es visto con buenos ojos por una porción de la sociedad denominada "los antis". Son los que no quieren ni a Macri, ni a Cristina Kirchner. Pero con eso no le alcanza para captar a ese 40% huérfano que rechaza el pasado, pero también este presente económico, que se hunde como un cuchillo filoso en la mayoría de los bolsillos.
Este año la oposición tratará de explicar que, con el arribo del macrismo al poder, el país entró en un declive absoluto, con la pérdida de calidad de vida y empobrecimiento de la población, especialmente a causa de la inflación y el debilitamiento del poder de compra de los ingresos.
El Gobierno será señalado como un grupo de amigos que habría tomado el poder para beneficio propio.
Lavagna apuesta a representar un retorno a la política económica que ponía al mercado interno como gran ordenador y, al mismo tiempo, encarnar un estilo distinto de metabolizar la disputa.
El respetado economista le ha hecho saber a Miguel Pichetto que está dispuesto a aceptar el desafío de un período de gobierno a sus casi 77 años. Pero de ninguna manera quiere ir a una interna con Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa. Pretende ser el candidato del consenso. Está convencido que una disputa entre peronistas profundizaría la grieta y lastimaría el armado de un gran acuerdo polìtico, por "arriba" de Alternativa Federal.

LE FALTA UNA CAMPAÑA INTENSA
Se trata de un espacio progresista que incluya a un sector del peronismo no kirchnerista y porciones de socialismo y radicalismo, sumados a los independientes. Miguel Lifschitz, Ricardo Alfonsín y Margarita Stolbizer lo miran con simpatía.
Lavagna tiene una imagen positiva tan alta como la de María Eugenia Vidal. Pero eso no le alcanza, porque en el interior del país el desconocimiento a su figura es alto.
A criterio de Eduardo Fidanza, director de Poliarquía, le falta una campaña intensa. Pero el verano expira y abril es el mes de las definiciones. Por el momento, tanto Juan Manuel Urtubey como Sergio Massa se niegan a bajar sus precandidaturas presidenciales y el kirchnerista Agustín Rosssi lo invitó a participar de una interna. Al Gobierno Lavagna le molesta, porque evitaría la polarización con Cristina. Por eso apuesta a denostar su figura, señalando que "pertenece a lo antiguo".
Los trolls que alimenta el ofcialismo lo destrozaron con su look de sandalias y medias cuando se lo fotografió en su casa de descanso de Cariló, ya que no hay otro costado por donde pegarle. Tiene una foja limpia, a diferencia de muchos polìticos. Una prueba de ello, es que en su momento abandonó el gobierno de Néstor Kirchner denunciando la cartelización de la obra pública.

FIGURA POTENTE EN MEDIO DE LA CRISIS
Los analistas creen que la figura de Lavagna en un escenario de crisis económica y recesión como el actual, puede ser crucial para definir una elección con la construcción de un gran frente. No hay que olvidar que el ex ministro fue quien timoneó después de Jorge Remes Lenicov, una de las etapas más críticas, cuando en el 2002 el país estaba al borde de un incendio. Fue además el gran negociador de la deuda externa, logrando grandes beneficios para la nación.
Junto con el miedo al posible retorno de Cristina Kirchner, los otros dos ejes discursivos de la Casa Rosada son la lucha contra la corrupción y la inseguridad. Esto explica la polémica sanción del DNU sobre la extinción de dominio, que apunta también a recuperar los bienes del narcotráfico.
La pregunta es si alcanzará con estos tres elementos (miedo, corrupción e inseguridad) para compensar las penurias económicas que experimentan la enorme mayoría de los argentinos, incluyendo a los que votaron por Cambiemos y que hoy decepcionados se alejan en busca de otras opciones. El Gobierno sostiene que la relativa estabilidad cambiaria y una inflación alta pero decreciente, además de una buena perfomance de la cosecha, alcanzan para ganar. Pero los números de la realidad por ahora le dan la espalda a esa hipótesis.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Su correo electrónico es jorgejoury@gmail.com. Para consultar su blogs, hay que recurrir al sitio: Jorge Joury De Tapas.