Estados Unidos aprobó esta semana el uso de plasma de convalecientes en enfermos de coronavirus. Argentina lo viene haciendo desde el 17 de abril a través del Plan Estratégico del Ministerio de Salud.

Fue el propio Donald Trump el encargado de informar la autorización de la FDA. La Administración para la Alimentación y los Medicamentos autorizó el "uso de emergencia de plasma para el tratamiento de la COVID-19 en pacientes hospitalizados en el marco de la lucha de la agencia contra la COVID-19".

La Agencia aprobó en marzo los ensayos con plasma para probar la efectividad. "Fue tan positivo que ya se han realizado más de 60.000 tratamientos", señaló su titular.

Pioneros

En Argentina, en los años 50, Julio Maiztegui fue el autor del hallazgo revolucionario: el uso del plasma inmune para tratar la fiebre hemorrágica.

A partir de ese antecedente y de modo precoz, el Ministerio de Salud creó el Plan con 3 ejes de investigación. Por un lado el desarrollo de una Inmunoglobulina Hiperinmune en la Universidad Nacional de Córdoba. Además, la determinación de anticuerpos neutralizantes en el Malbrán. Finalmente, el desarrollo de un Ensayo Clínico Nacional para evaluar la seguridad y eficacia del uso del plasma de convalencientes en enfermos de Covid-19. Esto a cargo de la Dirección de Sangre y Hemoderivados.

Una Esperanza

A partir de los resultados alentadores en gran número de pacientes, en Argentina el tratamiento se transformó en una esperanza.

Y en ese punto el Instituto de Hemoterapia de la provincia de Buenos Aires se convirtió en un pilar fundamental. En medio de la pandemia y ante la brutal caída de donantes de sangre, su titular, Nora Etchenique, emprendió la cruzada.

"Hoy, más que nunca, no podemos dejar de tener sangre en los hospitales", enfatizaba Nora. Así, inició las campañas para masificar la importancia de las donaciones de plasma entre aquellas personas que cursaron la enfermedad y se curaron.

Movilizó clubes, iglesias, organizó equipos para salir a buscar a los donantes y garantizar el flujo continuo en la provisión de sangre, especialmente de convalecientes.

Nora Etchenique sobrevivió a la última dictadura. Recuperó su cargo al frente de la administración de las donaciones de sangre en diciembre de 2019, ya que había sido removida por la anterior gestión.

Libró una lucha incansable contra el coronavirus. Apostó sin dudarlo a un método que hoy es reconocido en el mundo entero. Viajaba todos los días de La Plata a 3 de Febrero, a coordinar los centros de Hemoterapia. La guardiana del plasma murió en combate cuando su auto se despistó el 8 de agosto. Argentina la recordará como una de las heroínas de la lucha contra el coronavirus. Nora Etchenique, in memoriam.