LA PLATA.- (De la corresponsalía de AGENHOY).- Cerca de diez mil trabajadores  protestaron por las calles de La Plata contra el ajuste de la gobernadora maría Eugenia Vidal. Judiciales, médicos, docentes, portuarios, productores frutihortícolas y manifestantes de otros sectores de la administración pública se concentraron frente a la Gobernación, exigiendo a la mandataria un cambio de rumbo en la política económica y medidas urgentes para evitar “un colapso”. La masividad y pluralidad de la protesta envalentona a la dirigencia de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), para quien el “feroz ajuste” no conduce a otro lugar que “a la unión” de los trabajadores y “terminará convirtiéndose en un bumerang” para la administración provincial.

El acto central desarrollado frente a la sede gubernamental ayer estuvo precedido por la marcha de columnas de miles de manifestantes que atravesaron el centro de la capital bonaerense. Terminaron desembocando, de manera pacífica, “frente al corazón del poder político”, como expresó Oscar de Isasi, titular de ATE y la CTA Autónoma provincial, desde el escenario montado en la plaza principal.

“Hay una voluntad colectiva que hace que nos juntemos, en la Plaza San Martín, frente al corazón del poder político, frente a los gerentes de los grupos económicos, docentes, auxiliares de la educación, trabajadores del Astillero (Río Santiago), trabajadores profesionales de la salud, auxiliares de la salud, trabajadores del poder judicial, trabajadores campesinos, todos trabajadores y trabajadoras en la más amplia composición”, enumeró a los gritos micrófono en mano.

A su juicio, la “demostración de fuerza” es “una señal para miles de compañeros y compañeras que estaban esperando que nos juntemos para pelear contra el ajuste. Ante el ajuste, unidad. Y la unidad que garantiza el triunfo no es la unidad de dirigentes, sino la unidad de los trabajadores que se juntan y van a las calles”, indicó el dirigente, principal orador de la jornada.

Convocó a continuar con la pelea para “derrotar a quienes buscan llevarse puesto a los trabajadores”, y señaló a quienes mañana votarán la ley emergencia administrativa, una ley que “pone en riesgo no sólo a los organismos de la provincia, sino también a la empresa del Estado que es el Astillero Río Santiago”. De Isasi llamó a concentrar este jueves frente a la Legislatura para hacer “lo que sea necesario” para evitar la aprobación de una norma que -afirma- precariza las relaciones laborales y promueve “aún más el desguace del Estado”.

Otro de los dirigentes que fustigó a la gobernadora fue Pablo Abramovich, secretario general de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB). “Vidal le mintió deliberadamente a la ciudadanía. Dijo que el aumento que había ofrecido para todos los estatales era del 35 por ciento. Mientras tanto, la provincia le estallaba por todos lados, en las calles, en las oficinas y en los hospitales.

Reiteró que discuten ofertas de 10 puntos porcentuales menos que, en virtud de la inflación, terminan dejándole al trabajador un salario más bajo al que tenía el año pasado. Por eso, “exhortamos a la gobernadora a que convoque a los gremios y oficialice esa oferta”, de lo contrario, “que pida disculpas, que diga que se equivocó”.

Daniela lleva chaqueta blanca y estetoscopio rodeando su cuello. Es médica del hospital San Martín de La Plata hace años y testigo del deterioro “sostenido y generalizado de la salud pública”. Recita de corrido una catarata de situaciones y desafíos que enfrentan los médicos más propios de un espacio en ruinas que de un centro de salud: salas que se llueven, falta de insumos, griferías que no funcionan, baños inhabilitados en sectores de internación. “Repetimos como loros que no hay insumos. Lo digo de otro modo, a ver si se entiende mejor: no hay gasas, no hay jeringas, no hay remedios”. Está muy enojada.

Fernando Corsiglia, titular de la CICOP, el gremio que nuclea a los profesionales de la salud bonaerense entre los cuales se cuenta a Daniela, apuesta a la unidad, “única manera de torcerle el brazo a la gobernadora y a su grupo de gobierno”, reclama. “Pensaron encontrarnos a esta altura del año absolutamente fragmentados y desmotivados, cada uno en su lugar de trabajo viendo cómo hacía para rebuscárselas. Se equivocaron -desafía-, hoy somos muchos más que hace un mes”.

Otro sector que confluyó en la movilización fue el frutihortícula. Los altos costos de producción y alquiler de la tierra ponen en jaque a los pequeños productores, quienes representan en 90 por ciento del total.

A decir de los manifestantes, la situación es “desesperante” y las medidas que se necesitan deben ser “urgentes”. “Hay un tema de base que es el de la tierra, el principal, el 90 por ciento somos arrendatarios con alquileres de 5 mil pesos o más, lo que nos lleva a una intensificación productiva fuerte”, sintetizan los trabajadores.

Y afirman que con las medidas tomadas por el gobierno de Cambiemos los insumos aumentaron un 100 por ciento, mientras que el incremento en las tarifas de luz llegan al 200%. Ese incremento, no obstante, no se ha trasladado -afirman los productores- a las frutas y verduras. Los golpea, además, la baja en el consumo interno, que se registra, justamente, por el aumento de precios.

La radiografía que trazan los manifestantes es elocuente. Y afirman que si no se toman las medidas pertinentes en forma urgente se va a dejar de producir.