El cuerpo de Camila López, fue exhumado este miércoles para ser sometido a una nueva autopsia. Los forenses no hallaron rastros de bala.

La segunda autopsia confirmó que la chica murió como consecuencia del impacto por el choque del auto en el que iba contra un camión, sin que presentara herida de bala alguna.

La abogada Margarita Jarque, que representa a la familia de la adolescente, había anticipado que el objetivo era "determinar si Camila presentaba una herida de bala producida por los efectivos que participaron de la persecución".

Las sospechas se originaban en que el cuerpo de uno de los chicos que viajaba con Camila en el auto que fue baleado por efectivos policiales presentaba un disparo en un glúteo, tal como lo demostró una pericia realizada por la Gendarmería Nacional.

Esa certeza derrumbó la versión policial que en principio negaba el uso de armas de fuego en la persecución que llevó al Fiat 147 en que viajaban los jóvenes a chocar contra un camión, con el trágico saldo de cuatro muertos y una herida grave.