A partir de las negociaciones que se llevan a cabo de manera silenciosa entre grandes gremios, más de un millón y medio de trabajadores tendrán aumentos salariales de 40% o más.

 

 

Agradecimiento Jorge Joury

 

Por lo que se sabe, la reserva en las gestiones guarda relación con el interés de los sindicatos de garantizarse primero el cobro del bono de $5.000 decretado por el Gobierno y recién después apuntar a la homologación formal de los acuerdos con las respectivas cámaras empresarias. En esa situación se encuentran la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), los gastronómicos, los encargados de edificios (Suterh) y el gremio de Obras Sanitarias, que en los próximos días anunciarán sus entendimientos para sumarse a otros que ya pactaron en esos valores como los Camioneros, Sanidad, la Asociación Bancaria, los petroleros y los empleados judiciales.

Hay que señalar que la reapertura de la mayoría de las paritarias se concretó en el ámbito privado y mientras el Ministerio de Producción y Trabajo atravesaba una reorganización obligada por la salida de Jorge Triaca. Los dirigentes y abogados de los sindicatos, sin embargo, mantuvieron a los funcionarios al tanto de las tratativas para asegurarse una rápida homologación de los acuerdos, una herramienta que los blinda frente a posibles incumplimientos de los empresarios.

Por lo que se supo en medios confiables, el ministro Dante Sica les prometió a los gremialistas no poner obstáculos, en línea con la impronta que se propuso para su gestión luego de las fricciones que había tenido su antecesor con dirigentes opositores a Mauricio Macri.

De los grandes gremios los que mayores dificultades tienen para actualizar sus salarios son Comercio, con más de un millón de trabajadores alcanzados por su paritaria, y la Unión Obrera Metalúrgica, con más de 200 mil afiliados. En el caso del sindicato mercantil la suba acumulada hasta ahora fue de 25% y en los últimos días Armando Cavalieri inició reuniones con las cámaras de Comercio para reclamar al menos un 10% extra en función de la cláusula de revisión vigente.

 

Mientras que la UOM, de Antonio Caló, cuenta con un incremento en etapas que hasta ahora totaliza 24,5% y una discusión abierta con las entidades patronales que se niegan a dar nuevas mejoras. En este caso y en menor medida, también en Comercio- el bono decretado por Macri se convirtió en un obstáculo por las dudas planteadas por las empresas a la hora de liquidarlo (la primera cuota de $ 2.500 debería pagarse los primeros días de diciembre) y la intención de algunos de ellos de incorporarlo a la negociación con el gremio. La UOM pidió en esta instancia sumarle 5% por mes a los salarios para completar un 15% adicional y llegar a 40% y mantener el bono aparte, lo que fue rechazado por las cámaras empresarias. Este jueves volverán a conversar.
Las otras organizaciones quedaron a un paso de sellar subas de al menos 40%. En el caso de la Uocra hasta septiembre había pactado subas que acumuladas llegaban al 27 por ciento y en la discusión con la Cámara de la Construcción (Camarco) está previsto adicionarle a los valores actuales otros diez puntos porcentuales que, acumulados, completarían para este año una suba de 40,3% en los salarios de los albañiles. El planteo del gremio de Gerardo Martínez, que nuclea a más de 400 mil operarios, es que el bono decretado se pague en paralelo con ese incremento.

 

Luis Barrionuevo, de Gastronómicos, también tiene virtualmente acordado con las principales cámaras del sector hotelero y de restaurantes un ajuste extra que llevará el aumento total para este año a 45 por ciento. A diferencia de otros años, en los que el dirigente encabeza el anuncio de cada ajuste en paritarias, esta vez optó por un perfil bajo para no contaminar la renegociación salarial con el pago del bono y recién anunciar el resultado después de su liquidación, el mes que viene.

En la Secretaría de Trabajo, adonde confluyen todos los expedientes de las paritarias, confirmaron que el sindicato de encargados de edificios (Suterh) también tiene pactada con las cámaras de administradores de inmuebles una suba de 42%. Si se cumple la previsión histórica en la actividad, el impacto en las expensas debería ser de la mitad de la suba, es decir alrededor de 21 por ciento, con la salvedad de que parte del incremento ya se trasladó en lo que va del año. También dijeron que el gremio de Obras Sanitarias, que lidera José Luis Lingeri, también acordó en silencio con AySA y otras empresas del rubro un aumento del 40 por ciento para sus operarios.

 

Tras una primera etapa de aumentos del 15% a pedido del Gobierno, y otra en la línea del 25% en el segundo semestre, el último ciclo de "miniparitarias" ajustó al 40% con Camioneros, en cuotas hasta mitad del año que viene, al igual que la Asociación Bancaria (llega al 44% si se toma en cuenta la cláusula gatillo de 2017 y a la que le resta una revisión más en diciembre) en tanto que Sanidad llegó al 45% de suba para empleados de uno de los sectores hospitalarios.