El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica alertó por una profundización en las inequiedades económicas, sociales y sanitarias en el país producto del impacto en la economía por el coronavirus, y anticipa un agravamiento en el aumento de la pobreza estructural.

El análisis dado a conocer este miércoles destaca que el panorama adverso actual de emergencia sanitaria, "pone en estado de crisis agravada" a un "sistema socioeconómico desigual, estructuralmente empobrecido" desde hace décadas, y advierte que el nuevo escenario "paraliza aún más la inversión, los consumos y la demanda de empleo en la economía formal", en tanto que diluye "toda expectativa de reactivación, afectando especialmente a la pequeña y mediana empresa".

En materia laboral, se anticipa un crecimiento de la informalidad económica, lo que provocará mayor pobreza y exclusión social", junto a un "agravamiento" de los indicadores socioeconómicos previstos a fines de 2019, que tendrá impacto no sólo en las condiciones de vida, tanto los sectores medios bajos como del sector informal, sino que se deterioran aún más, lo que originará una mayor cantidad de "pobres estructurales".

"Ya en la segunda parte del 2019, la indigencia por ingresos fue más elevada en las unidades domésticas cuyo principal sostén pertenece a la clase trabajadora marginal, por lo que en el contexto de pandemia y su correlato de autoaislamiento obligatorio afectará fuertemente en los sectores en aquellos sectores vinculados a un mercado de trabajo precario, informal, asociado a la realización de changas, venta ambulante, servicios personales y servicio doméstico, entre otros; en los cuales se vive al día y por supuesto sin actividad laboral en tiempos de pandemia", precisa el documento.

En materia sanitaria, el ODSA revela que en el contexto de aislamiento social preventivo obligatorio, las privaciones y desigualdades preexistentes, asumen otra dimensión al constituirse como desventajas "aún mayores" en un contexto de crisis económica y de riesgo sanitario.

"En  2019, un 7,4% de los hogares se encontraba en situación de inseguridad alimentaria severa, resultando afectado el 16% de los hogares del estrato marginal y el 8% del estrato obrero integrado, mientras que en relación con el acceso a la salud se percibía que aquellos hogares que sin tener cobertura de salud no pudían acceder a atención médica trepaban al 21%, mientras que los que no pudieron comprar medicamentos por motivos económicos representaban el 19% de los hogares", precisa el informe dado a conocer este miércoles.

En el apartado infantil, el Observatorio de Deuda Social resalta en que en el cuidado de la salud de las infancias en tiempo de pandemia registra desiguales en la probabilidad de preservación del espacio del hábitat de vida familiar, que se acentúa con la eventualidad de requerir atención sanitaria.

"En último informe de 2019, más de la mitad de la infancia dependía del servicio de atención pública de la salud (55,8%), sin embargo este trepa al 79% en hijo/as de los trabajadores marginales y casi al 60% de los hijos/as de los obreros integrados".