Por Melisa Delgado Niglia.

Empresarios y sindicalistas del sector salud empujan en forma conjunta un proyecto de emergencia sanitaria-farmacológica en el Congreso. En la misma línea, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) reveló que el precio de los medicamentos aumentó un 360% promedio entre noviembre de 2015 y septiembre pasado.

“La emergencia farmacológica es la solución para poner un freno, un límite al aumento despiadado de los medicamentos que están por encima de la inflación, encima de las paritarias, bien por encima de lo que la gente puede pagar y hoy la gente se está muriendo por no poder tomar medicamentos”, expresó en diálogo con AgenHoy, el secretario General del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, Marcelo Peretta.

En base a un relevamiento de precios sobre una canasta de 123 productos de diversas características y marcas, el informe de UNDAV advierte que al menos 8 de cada 10 medicamentos triplicaron sus precios en los últimos tres años. En el detalle se destacan las subas en medicamentos para las tiroides (753%), antiespasmódicos (631%), ansiolíticos (557%), broncodilatadores (548%) y anticonceptivos (397%).

Por su parte, la Cámara de la Actividad Farmacéutica y Bioquímica (CAFYB) junto al gremio del sector exigen la declaración de la “emergencia sanitaria-farmacológica”.

“Esperamos que el Senado de la Nación trate la emergencia farmacéutica lo antes posible y se pueda congelar el precio aunque sea por 90 días, se pueda disponer gratuitamente de medicamentos aquellos pacientes que necesitan tomarlos y no pueden pagarlos”, señaló en AgenHoy, Peretta.

El informe elaborado la UNDAV indica que los precios de los remedios subieron más de 100 puntos porcentuales por encima de la inflación general. Entre noviembre de 2015 y septiembre de 2019, el IPC acumuló un alza de 260,1%, mientras que los precios de los medicamentos sufrieron una suba del 360,9%.

“Hoy hay más de 2 millones de desocupados que no tienen ni prepaga ni obra social. Como una medida de contención frente a la crisis que se está viviendo, y equiparar de esta manera, a la emergencia farmacéutica con la emergencia alimentaria. Los alimentos y medicamentos tienen el mismo nivel de necesidad”, concluyó el secretario General del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos.