La actividad de la construcción sufrió durante la cuarentena un derrumbe nunca visto en su historia, según las propias cifras oficiales dadas a conocer por el Indec.

El sector se derrumbó casi 47% en marzo, cuando dio inicio el aislamiento, por lo que se esperan cifras aún peores para abril, el primer mes completo de parálisis casi total para las obras tanto públicas como privadas.

Esta contracción es incluso superior a la máxima registrada por la serie del ente estadístico, correspondiente a febrero del 2002. En ese entonces, se había hundido un 44,5%.

En lo que tiene que ver con febrero, la caída del Indicador Sintético de Actividad de la Construcción (ISAC) fue del 32,3% y de esta manera acumuló un retroceso de 28,1% desde que comenzó el año.

Los empresarios y el propio Gobierno ya habían advertido de la magnitud de la crisis, que en rigor se arrastra desde hace 24 meses a partir del ajuste en la obra pública y de la volatilidad que se observa en el mercado cambiario desde 2018.

La Cámara de la Construcción difundió una encuesta cuyo resultado arroja que el 70% de las compañías facturó menos que en 2019 entre abril y marzo, lo que va en línea con un informe oficial que señalaba que dentro del grupo de las más perjudicadas, incluso vieron reducidos sus ingresos en un 100%, es decir que no entró ni un peso a sus arcas.

En ese sentido, los datos preliminares de abril del sector privado no son nada auspiciosos: el índice Construya, que elaboran las principales empresas proveedoras de insumos del sector, se hundió 74,3% interanual. Una verdadera catástrofe.

Sin embargo, en Camarco se entusiasman con la apertura paulatina que se hizo de la actividad en diversas provincias, a tal punto que aseguran que ya se encuentran en el nivel "pre-cuarentena".

De acuerdo al Indec, en marzo el consumo de asfalto se hundió un 74,6% y de esta manera encabezó las bajas de los insumos más utilizados por la cadena. En particular, uno de los más ligados a la obra pública. Sin embargo, la parálisis en el sector privado también se hizo sentir, con retrocesos del 68% en el hormigón elaborado y del 61,1% en hierro redondo y aceros para la construcción.

Por su parte, el uso del cemento portland se redujo un 46,5%, en tanto el de ladrillos huecos lo hizo en un 25%, siendo el que menos cayó dentro de los artículos relevados.

En cuanto a las perspectivas, las encuestas cualitativas elaboradas por el ente estadístico mostraron que ninguna empresa dedicada a obras privadas cree que la actividad aumentará en el lapso comprendido entre abril y junio, mientras que el 93% cree que disminuirá. Para las que se dedican mayormente a obra pública, sólo el 2,9% estima que podrá incrementar su nivel en los próximos meses.

En relación al empleo, el 74,4% de los encuestados que dedicados a obras privadas precisaron que reducirán el personal, cifra que cae al 60,9% para los que hacen principalmente obra pública. En el primer caso, ninguno cree que incorporará empleados y en el segundo, ese porcentaje llega a un ínfimo 1,4%.

Según los últimos datos disponibles correspondientes a febrero, el sector empleaba a  355.519 personas, un 19,2% menos que hace un año. Se estima que existe una misma proporción de trabajadores no registrados, de ahí la urgencia de los gobiernos y las constructoras por retomar las actividades cuanto antes, incorporando protocolos para evitar los contagios masivos en las obras y el transporte público.