El Plan Marshall con que EEUU financió la reconstrucción de Europa luego de la 2 ° Guerra, permitió el desarrollo de su industria y la fortaleza de su moneda.

La suma recibida fue de 12 mil millones de dólares de esos tiempos, algunos años después a instancias de Venezuela se creó la OPEP junto a Irán, Irak, Kuwai y Arabia Saudita, los petrodólares llovían del cielo, como en la serie de Netflix “La Casa de Papel” donde arrojaban euros   desde un dirigible, para generar caos y robar el oro del Banco Central (metáfora aplicable a muchos países). Sin embargo la “lluvia” de petrodólares en la industria incipiente de los países petroleros retrocedió hasta casi desaparecer, Venezuela es el ejemplo más dramático.

Hay quienes afirman que poner dinero en el bolsillo de la gente genera consumo y producción, ¿esto es así? ¿O depende de la cultura y la conducta de los actores gubernamentales y empresariales del país?. A veces la simplificación de los diagnósticos y de las maniobras terapéuticas para restablecer la salud no ayudan, sólo generan frustración.

En el año 2001, en plena crisis, realizamos un seminario auspiciado por la Embajada de Alemania, la Fundación Fraunhoufer, el CONICET, el INTI, la Secretaría de Ciencia y Tecnología y sectores empresarios, se denominó “Innovación y Transferencia de Tecnología, la Experiencia Alemana”, el objetivo era adquirir herramientas de gestión de recursos para el desarrollo económico de Argentina, el resultado fue muy aleccionador, nos permitió ver la interacción del sector empresario las ONG y el gobierno en investigación transferencia de tecnología, producción y financiamiento.

Hay un sector político de Argentina que impulsa una perimida ideología que enfrenta al sector empresario (cualquiera sea su dimensión) con los intereses  del pueblo, este pensamiento impide una política de asociación entre el gobierno y el sector productivo a través de practicas conjuntas, por ejemplo el financiamiento a través de la desgrabación de ganancias a aquellas empresas nacionales o no,  que impulsen proyectos de mejoramiento e innovación tecnológica de sus pymes proveedoras o nuevos emprendedores, con el apoyo de las instituciones científicas y universidades, respetando el desarrollo sustentable, con un medio ambiente ecológicamente sano , un mundo económicamente exitoso y socialmente equilibrado, exigida por los jóvenes que ven el futuro con desconfianza.

Argentina tiene una fuerte tradición de investigadores en el campo de la biología, la medicina y la química (Houssay-Leloir-Milstein) fueron galardonados con los premios Nobel, la herencia dentro de esa áreas, nos permite pensar en tres áreas de desarrollo científico tecnológico: 1- Drogas biofarmaceuticas, 2-Ciencias agrícolas para el alimento y la alimentación-  3- Bioproducción y sustentabilidad Industrial.

Promover un equilibrio entre la investigación de excelencia y el desarrollo orientado a la aplicación, continúa siendo una asignatura pendiente, necesitamos fortalecer ésta práctica, es nuestra oportunidad.

* Esteban Tancoff, socio fundador del Foro de Ciencia y Tecnologìa para la Producciòn, junto a Rodolfo Vacchiano. Ex Ministro de la Produccion de Santa Fe, Rodolfo Tecchi. Rector de la Universidad Nacional de Jujuy y Marcelo Daelli, ex Vicepresidente de Asuntos tecnológicos del CONICET, trabajan sobre el diseño interinstitucional para generar un mecanismo de financiamiento y evaluaciòn integral de proyectos de investigación y aplicaciòn de tecnologías para las Pymes, para mejorar su competitividad.