Otra vez saltaron los tapones en el gabinete bonaerense. Se observan cortocircuitos entre las carteras de Salud y Seguridad por la extensión de la cuarentena.

Es una suerte de disputa entre halcones y palomas. La situación se generó por el récord de contagios de coronavirus que tuvo la provincia en los últimos días, lo cual agitó las diferencias entre las miradas de los ministros Sergio Berni y Daniel Gollán sobre los pasos a dar en la próxima fase. Ambos funcionarios esgrimen criterios diferentes para intervenir en los barrios populares, los más afectados por la pandemia.

Berni reconoció que se fue enojado de la reunión que mantuvo la noche del lunes en la Casa Rosada junto a Santiago Cafiero y los ministros de la provincia, la Nación y la Ciudad. Allí también estaba Gollán.

"Lo que le pasa a la gente en la calle no es lo mismo que se siente a veces en algunas oficinas donde se toman definiciones" , se quejó Berni por un canal de televisión horas después. Berni recorre la calle todos los días y toma la temperatura ambiente en relación al humor de los vecinos.

Lo que Berni exige es que el aislamiento se haga de manera focalizada como hizo él en Villa Azul, uno de los barrios vulnerables más afectados en la provincia que fue cerrado totalmente tras experimentar un pico de contagios. Para el resto de los distritos del área metropolitana donde no hay casos o no hay una concentración de contagios como en Villa Azul, Berni propone flexibilizar un poco la cuarentena porque sostiene que "la gente la está pasando muy mal y teme desbordes".

En la dirección opuesta, aparece Daniel Gollán, quien con un criterio más sanitarista, pide volver a la fase 1 de la cuarentena -la más estricta- y exhibe el número récord de contagios que se están dando en la provincia como el principal argumento para endurecer las medidas en el AMBA.

Esto generó una controversia con la Nación porque el gabinete económico presiona para abrir más actividades y no retroceder. Quien más alienta esta posición es el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas a quien también le inquietan los números cada día más rojos de la economía.

Gollán, exponente del ala "dura” para la cuarentena con los menores cambios posibles ante la suba de contagios, reiteró que en Nueva York o Italia ya se han visto “las fosas comunes y los cuerpos en las cámaras frigoríficas” por el contagio de coronavirus. "Si levantamos la cuarentena en forma completa vamos hacia eso, no les quepa la menor duda. Vamos a una situación de un desborde del sistema sanitario.

En su análisis sobre la situación epidemiológica a raíz del COVID-19, Gollán precisó que de cara al 7 de junio, en la Provincia de Buenos Aires “no habría que hacer ninguna actividad que aumente la circulación que no se pueda controlar”.

Sobre una posible flexibilización en la Ciudad de Buenos Aires, el ministro indicó que el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) deben tomarse “medidas comunes”. “Nuestra posición en la provincia es que, si uno ve aumento de casos, hay que ser más cautelosos”, dijo. “No estamos haciendo las cosas bien cuando hay una mayor circulación que no podemos controlar”, sentenció.

Consultado sobre la disponibilidad de camas en la provincia, el funcionario indicó que en la actualidad se tiene un “40% de camas ocupadas totales por otras patologías”, mientras que del COVID-19 solo alcanza al “4 por ciento” .

“Tenemos un 60% de las camas de terapia intensiva disponibles entre el sector público y el privado. El 35% de ocupación es de cuidados intermedios, y el 37% de cuidados generales”,

Con esos números, Gollán estimó que “si hubiera un ritmo exponencial” en el aumento de los contagios “tendríamos el sistema colapsado o al límite en mediados de julio”. "Si nosotros modulamos el ritmo de crecimiento, eso no sucede. Y si logramos, incluso, disminuir la cantidad de casos, habremos generado un pico bajo”. 

Gollán ya había tenido cortocircuitos con autoridades porteñas, cuando dijo que la capital era el mayor foco de propagación del virus y con las nacionales.Pero ahora la ecuación se ha revertido y hay más casos en Provincia.

En la polémica también se metió el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, que va ganando protagonismo en el gabinete. Tal es así, que cuando le preguntaron por qué Berni acaparaba la atención mediática por la situación en Villa Azul, Larroque salió a bajarle el precio.

"Sergio tiene un perfil mediático mucho mas alto que el mío; no voy a los estudios de televisión, si estuve en el barrio todos los días y comunicando desde el lugar, pero si es un tema a mejorar de parte mía", afirmó.

A Berni lo que más le preocupa es un eventual desborde social como consecuencia del hartazgo pero también la escasez de recursos individuales / familiares que provoca la cuarentena. Un obstáculo que enfrenta este enfoque es que la potencial agitación sucede en especial en los barrios que hoy día padecen el riesgo de alto contagio.

Gollán por su parte, teme que una flexibilidad tanto apresurada como excesiva provoque una pérdida de los logros obtenidos en aplanar la curva de contagios y fallecidos. Esto podría generar un desastre sanitario con consecuencias sociales equivalentes a las del desborde que teme Berni. Un obstáculo que enfrenta este enfoque es que aquellos territorios que han logrado consolidar situaciones requieren diferenciarse de quienes no lo lograron aún.

El gobernador Kicillof que en las últimas horas mantuvo una charla con Horacio Rodríguez Larreta, será quien defina el camino a seguir después de extraer conclusiones generales a la luz de los números de contagios y las zonas rojas donde ocurren.

Algunos asesores señalan que es probable que el reclamo de Berni resulte correcto, y la prioridad de una cuarentena focalizada resulte más apropiada para la nueva etapa de la pandemia. Pero Kicillof  en esta instancia, también precisa mantener la unidad del equipo. El gobernador cree que la prudencia es la mejor consejera, siempre que no provoque tantos daños colaterales. Lo último que precisa una gestión de la pandemia es un conflicto doméstico entre funcionarios decisivos de un gabinete.

 *Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapas.