La empresa de camiones Iveco tampoco se salva de la crisis económica y decidió suspender a sus 900 operarios en su planta ubicada en la localidad cordobesa de Ferreyra, que sólo trabajará 10 días en marzo. En el resto de las jornadas suspenderá a sus operarios. Además, abrió un plan de retiros voluntarios.

Iveco arrastra problemas desde el año pasado y los proveedores ya llevaron su preocupación al gobierno nacional. Es que a la pérdida de participación de la marca en el mercado se suma la agresiva política comercial y de financiamiento de la competencia brasileña.

En el caso de Iveco, según datos del gremio, no solo hay suspensiones, sino que también la fábrica tiene en marcha un plan de retiros voluntarios para empezar a reducir la plantilla de personal.

El año pasado, el líder del gremio de los mecánicos, Ricardo Pignanelli, había reconocido que “en los próximos meses se van a perder 15 mil puestos de trabajo en el sector automotriz”.

Por parte del sector empresarial, el presidente de ADEFA, Luis Fernando Peláez Gamboa, sostuvo que el “desempeño de enero, con el arrastre de diciembre, lleva a ser muy prudentes respecto del comportamiento que tendrá el sector en el año”.

En enero, las ventas mayoristas al mercado interno se desplomaron más del 50% en comparación con igual mes del año pasado y la producción se desplomó 32%.