Harán una prueba con 60 pacientes de 18 a 60 años que padecen epilepsia refractaria. Hasta ahora sólo lo utilizaban con chicos, en el Garrahan. La finalidad del estudio es medir la efectividad, seguridad y tolerabilidad en los pacientes.

La expectativa por la novedad inunda los pasillos del Hospital El Cruce, de Florencio Varela. Se aprobó el protocolo que permitirá tratar la epilepsia refractaria con cannabis medicinal. 60 pacientes fueron seleccionados para la etapa de prueba.

El Cruce es el primer hospital del país en el que autorizan la utilización de cannabis en adultos. La resolución ya fue publicada en el Boletín Oficial.
La finalidad del estudio es medir la efectividad, seguridad y tolerabilidad en los pacientes que posean esa enfermedad.

La investigadora del Conicet Silvia Kochen está a cargo de la investigación y de la implementación en El Cruce.

"Se viene trabajando en esto desde hace mucho tiempo y es un gran paso porque en los estudios que se publicaron previamente, lo que uno observa es que la mitad de la población que padece epilepsia y usa cannabis logra una muy buena respuesta", comienza diciendo Kochen, directora de la unidad de Neurociencias del Hospital.

La epilepsia es una enfermedad vinculada específicamente al sistema nervioso. Se convierte en refractaria -es decir, con ataques frecuentes y limitantes- cuando los tratamientos convencionales no logran causar efecto y es necesario recurrir a otro tipo de métodos.

"Lo que sucede en este sentido es que hay pacientes que ya probaron con distintos métodos. Ahí es donde se acude a estos tratamientos alternativos", continúa.

Ese fue un aspecto considerado para el reclutamiento de los pacientes, que participan del ensayo: que se hubieran sometido a un tratamiento con drogas antiepilépticas tradicionales y lo hubiesen abandonado por la falta de resultados. Y, además, que no fueran candidatos a una cirugía o, en caso de haberse sometido a ella, no haya sido efectiva.

En principio eligieron 40 personas que estaban siendo atendidas en el propio Hospital. Pero también hay otras 20 a las que seleccionaron en otros centros médicos de la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Neuquén, Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Salta y Mendoza.

El Cruce es el segundo centro de salud de la Argentina donde se ensaya un protocolo como este. En enero empezaron a utilizar cannabis en el Hospital de Pediatría Juan Garrahan, en Capital. Pero el hecho inédito es que mientras allí las pruebas se realizan en niños, en El Cruce están enfocados en adultos, de 18 a 60 años de edad.

El proyecto prevé que si en algún momento un paciente desea interrumpir el tratamiento pueda hacerlo.

Un aspecto tenido en cuenta a la hora de diseñar el protocolo es el hecho de que cuando un individuo necesita acceder al cannabis medicinal, al peso propio de la enfermedad se le suman las demoras y el estrés por las complicaciones y la burocracia que implica conseguir -principalmente, importar, ya que la producción en la Argentina todavía es mínima- el aceite.

"Es necesario ofrecerle al paciente control de calidad y no que tenga que gastar 300 dólares en importar un aceite, algo que, por otra parte, solo es posible hacer bajo la carátula de suplemento dietario", lamenta Kochen. Y agrega: "Acá está lleno de gente comprometida y súper capaz de seguir investigando y aportando".

En este sentido, la científica hace referencia a lo que sucede en otros países, poniendo el foco en Uruguay, donde la regulación del uso data de marzo del 2013.

"Uruguay fue la vanguardia. Pero tiene un factor fundamental para lograr eso y es que el estado, en esa materia, está presente y también a nivel social se tiene mucha más conciencia. Como investigadora, algo que preocupa es que si bien aquí se están dando grandes avances, el estado sigue sin tener presencia en este terreno", concluye.

Fuente: Clarin