Como en todos los cuentos, había una vez un anciano llamado Izy en la ciudad de Cracovia, que soñaba repetidas noches el mismo sueño. Soñaba que estaba en la ciudad de Praga sobre un puente que cruzaba un rio donde había enterrado un tesoro y que él cavaba y lo encontraba.

El anciano decidió viajar a Praga y buscarlo. Después de deambular horas por la ciudad encontró el puente soñado, sus ojos se iluminaron, pero pronto se apagaron al ver a un soldado de la guardia imperial custodiándolo Decidió esperar a que se fuera, pero cuando se fue apareció otro guardia, que al verlo le preguntó que hacía allí, el viejo no vio razón para mentirle y le contó que venía de una ciudad lejana porque había soñado que en Praga debajo de ese puente había enterrado un tesoro. El guardián comenzó a reírse a carcajadas y le dijo:

-Has viajado mucho para una estupidez, yo hace tres años que sueño todas las noches que en una ciudad de Cracovia, debajo de la cocina de un viejo llamado Izy, hay enterrado un tesoro….mira si yo debiera ir a Cracovia para buscar a Izy y cavar debajo de su cocina. El anciano Izy agradeció humildemente al guardia, regreso a su casa de Cracovia, cavo un pozo debajo de su cocina y saco el tesoro que siempre había estado enterrado allí.

Bucay interpreta que lo que buscamos afuera está en nuestro interior, es una interpretación posible, pero hay otras. Por ejemplo: Izy, el protagonista de nuestro cuento, hace caso a su sueño que lo saca de su casa y hace viajar a Praga, allí se anima a verificar su sueño frente a un guardia que vigila y es ese mismo soldado el que le indica que el tesoro esta en su casa. En definitiva buscar un tesoro es también aventurarnos en el mundo y confiar en nuestros sueños.

Nuestro Presidente ha viajado por el mundo en la búsqueda de un “tesoro”. Ha recorrido gran parte de Europa, que Junto a EEUU conforman el guardián de Occidente. Bajo este panorama todos tenemos la esperanza que haya recibido las respuestas a su sueños de transformación profunda de la decadencia que desde 1955 ha impedido que los argentinos puedan cumplir con sus sueños de una patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana, slogan que ha sido siempre nuestro tesoro escondido y a mi modo de ver enterrado hace muchas décadas.