Por los datos que le acercan desde su equipo de colaboradores, Axel Kicillof sospecha que la gobernadora María Eugenia Vidal le va a dejar una provincia al borde de la bancarrota.

En el búnker que utiliza el candidato del Frente de Todos, ubicado en la calle Piedras casi esquina Hipólito Yrigoyen, temen un diciembre rojo si les toca desembarcar en la residencia de la calle 6. Aseguran que Vidal necesitará 80 mil millones de pesos para cerrar el año en paz y no se sabe de donde los va a sacar. Además, una de las principales obligaciones que tocan en ese mes, es el pago de sueldos y el medio aguinaldo para los casi 600 mil empleados públicos.

Uno de los escollos que se le plantean a la mandataria, según las fuentes, es el reperfilamiento de los compromisos de deuda en Lecap y Letes que anunció el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza. El gobierno bonaerense tiene fondos invertidos en esos instrumentos financieros y la postergación unilateral de los pagos complica la liquidez de la provincia en su cronograma del último trimestre. Muchos proveedores del Estado, aseguran que  los pagos están congelados y ya no quieren tomar trabajos a futuro por temor a quedar colgados.

Desde el laboratorio de campaña de Kicillof, sostienen que "te reperfilaron desde arriba y ahora hay un montón de recursos líquidos que dejaron de ser líquidos. El gobierno provincial tenía Letes y Nación no se los paga. Y ahora vos vas a necesitar esos recursos, pero no te los pagan al vencimiento porque los patearon para adelante. Así que no sabemos cómo va a terminar esta historia".

La Provincia tiene Letes por 220 millones de dólares que vencen el 11 de octubre. Como al momento del vencimiento se paga apenas el 15% del total, se cobrará 33 millones de dólares. El resto, unos 187 millones de dólares, ingresarán a las arcas provinciales entre enero y abril de 2020. Dinámica similar experimentará con las dos colocaciones en Lecap por un total de 13.792 millones de pesos que vencían este año. Son dos títulos. La primera suma 3792 millones de pesos que antes del default vencían a fin de mes y otra por 10.000 millones de pesos que debía cobrarse en octubre.

La posibilidad de una provincia absolutamente quebrada en manos de la próxima administración es una situación cada vez más cierta. Sin mercados voluntarios de deuda abiertos la dependencia con el Estado nacional es insustituible, por lo que la Provincia debería recurrir a Aportes del Tesoro Nacional u otro tipo de asistencia para poder pagar los compromisos asumidos.

Lo que se  observa también  con preocupación, son los movimientos del Banco Provincia, la nave insignia financiera y pública más antigua del país. Temen que el Bapro termine el mandato de Vidal descapitalizado y que se utilice patrimonio neto de la empresa, capital propio, para asistir ante la premura a la cuenta fiscal de la gobernación.

Desde el directorio del Banco, reconocen en voz baja los problemas de rentabilidad que tiene la banca estatal de la provincia por los desmanejos, tope a los créditos UVA y promociones del 50% de descuento para todos los sectores sociales en los miércoles de ofertas en los supermercados. Ese programa de descuentos que se aplica dos veces al mes, tiene un impacto de unos 4500 millones de pesos sobre las arcas de la banca pública.

Entre otras cosas, los trabajadores del banco le pedirán a Kicillof  recuperar lo que perdieron con la reforma que Vidal impulsó en 2017. Esos cambios implicaron una suba en la edad de jubilación de 57 a 65 años y un recorte en los haberes del 82% a un 60%. Fiel a su estilo, Kicillof recepta los planteos pero hasta el momento no emitió señal alguna de lo que hará con el tema.

Además a los asesores de Kicillof, les eriza la piel que para el período correspondiente al próximo mandato en La Plata (2019-2023) el eventual nuevo gobierno deberá pagar compromisos de deuda por nueve mil millones de dólares.

El delicado panorama lo graficó también la ex ministra de economía sciolista Silvina Batakis, que forma parte del grupo de cercanía de Kicillof. Esta especialista, explicó en las redes sociales que "efectivamente la provincia esta fundida, por la gestión Cambiémos y que está pésima administración de vaciamiento y endeudamiento puso a Buenos Aires en la peor situación económica de quiebra de los últimos 50 años" .También Batakis añadió que la provincia bajo la administración de Scioli quedó "en un estado financiero sostenible y sustentable y que durante el principio del 2016 esta realidad le permitió a la gestión de Vidal mostrar a inversores en general, la sustentabilidad de las finanzas de la Provincia, con lo cual queda demostrado que la provincia estaba en un estado de confiabilidad al comenzar 2016".

Batakis explicó que "la provincia carece de un mecanismo de defensa y protección de las arcas provinciales y que desconocen todo proceso de sustentabilidad económica, toda vez que hasta los 70 mil millones de pesos que tomaron de deuda y los 40 mil millones que recibieron del gobierno nacional, desaparecieron".

El actual escenario, tal vez explique por qué Kicillof viene insistiendo en cuatro pilares innegociables para su futura administración. El primer objetivo es sacar del infierno a las pymes industriales, a las que se considera en su caja de herramientas una pieza clave por su capacidad de dar empleo. Los otros tres pilares, hacen a la forma de gestionar y de vincularse con la sociedad. Aquí se pone como prioridades, mostrar austeridad, cercanía con el vecino y honestidad. Entre los profesionales que trabajan codo a codo con el candidato, comentan que  Kicillof  sigue con una mirada atenta el proceso político que encabeza en México el presidente Andrés Manuel López Obrador. AMLO, como lo llaman en su país, hizo del llamado a la austeridad una de sus marcas de identidad política.

Por poner un ejemplo, la guardia imperial del ex ministro de Cristina sostiene que López Obrador  toma la reforma laboral y en vez de quitar derechos, se los mejora a los trabajadores mexicanos. También habla de transparencia y anticorrupción, un discurso que en general lo toma la derecha, pero lo aplica él. Los informantes aclararon que la austeridad no es tomada en el sentido de bajarles el salario a los empleados públicos, sino que se la logra a través de combatir el gasto innecesario y buscar la eficiencia y rapidez en las prestaciones.

Kicillof se mira en ese espejo. Lejos de su idea, está reducir la plantilla de empleados estatales. Pretende hacerla más eficiente y mejorar las prestaciones con la misma cantidad de gente, sin aumentar el gasto para evitar tener que aplicar mayores impuestos a la ciudadanía. Por lo pronto, el candidato le dice a los suyos que no hay que distraerse y ampliar la diferencia en octubre en las urnas.Necesita una Legislatura fuerte para timonear las modificaciones que proyecta para el estado bonaerense.La historia aún está en etapa de desarrollo, hasta que se logre desatar el paquete que hay tras los muros del ministerio de Economía bonaerense.

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https://soundcloud.com/radio-97-7/180919-primeramanana-jorge-joury

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información, graduado en la UNLP y analista político. Para consultar su blogs, dirigirse al sitio: Jorge Joury De Tapa