En la región, crece la tensión entre Juntos por el Cambio (JXC), espacio que reúne al radicalismo, cuya principal figura es el intendente Miguel Lunghi, y al macrismo duro. JXC o Cambiemos tienen mayoría en el Concejo Deliberante.

Ahora, empieza a crecer una grieta entre los dos principales partidos de la alianza gobernante (UCR y PRO), en sintonía con la crisis que JXC tiene en toda la provincia de Buenos Aires, a partir de la crisis del liderazgo de María Eugenia Vidal.

El nuevo problema surgió cuando la concejala macrista Juana Echezarreta, del oficialismo, propuso congelar las dietas y sueldos de los funcionarios del gobierno de turno.

La idea de la edil, despertó críticas del propio intendente radical: “Es todo político, no quiero opinar de eso”, aseguró. Evidentemente, se trató de una propuesta muy simpática para la sociedad que no fue consultado con el gobierno local.

Luego, fue el turno del presidente del bloque de concejales del oficialismo, Mario Civalleri, quien trató de “inexperta” a Etchezarreta. “Básicamente, cuando uno integra un bloque debe, nos debemos todos, algunas pautas básicas de funcionamiento. Quizás por inexperiencia no las advirtió y obviamente generó algunas situaciones”, se pronunció Civalleri.

Desde el PRO salieron a responder con todo: “Si yo no puedo presentar un proyecto porque mi bloque no está de acuerdo, no es democrático. La democracia implica el respeto a las minorías”, aseguraron. Se vienen días intensos en la ciudad bonaerense.