Ni el cepo ni la “transición ordenada” lograron aún desterrar la desconfianza entre los ahorristas. Aunque redujo notablemente su ritmo desde la corrida post PASO, el retiro de dólares de las cuentas bancarias continúa a paso firme. De los 22 días hábiles de octubre, sólo dos no registraron caída en los depósitos del sector privado en moneda estadounidense.

En total, el mes pasado se fueron US$2.266 millones de las entidades financieras, según los datos del Banco Central. En septiembre y agosto se habían ido más del doble: US$5.265 millones y US$5.527 millones, respectivamente.

Es decir que, desde agosto, la caída de depósitos en dólares llega a la friolera de US$13.391 millones, lo que implica una reducción del stock del 40,5 por ciento.

“A pesar del súper cepo, que restringe fuentes de fuga, la desconfianza en el sistema bancario llegó para quedarse”, señaló el economista Sergio Chouza en su cuenta de Twitter.

La salida de depósitos es lo que explica que, a pesar de que se calcula que el BCRA compró US$260 millones en el mercado de cambios en la semana posterior a las elecciones generales, las reservas subieron sólo US$34 millones.

Fuentes del sector bancario señalan que si bien el cepo logró frenar la pérdida de reservas generada por las intervenciones que venía realizando el Central para contener la presión sobre el dólar-en la semana previa a las elecciones vendió a razón de US$450 millones diarios-, para detener el drenaje vía depósitos serán necesarias señales políticas más contundentes que permitan crear un mínimo de confianza.

El presidente electo, Alberto Fernández, aún no anunció quiénes estarán al frente del equipo económico en un contexto de un difícil cronograma de vencimientos, locales e internacionales, que tendrá por delante el próximo gobierno, más aún cuando todavía el FMI mantiene en “stand by” el desembolso de US$5.400 millones y se desconoce cuáles serán sus exigencias para destrabarlo.