La Defensoría del Pueblo realizó un estudio que revela el descontento de los usuarios debido al exceso de pasajeros, las malas condiciones de viaje y los tiempos de espera.

Por la “excesiva cantidad de pasajeros”, los “altos costos del servicio”, las “malas condiciones de viaje” y el “tiempo de espera”, los habitantes de la provincia de Buenos Aires calificaron al colectivo como el peor medio de transporte público, en comparación con el tren y el subte.

El dato se desprende de una encuesta realizada por la Defensoría del Pueblo bonaerense entre octubre y noviembre de 2019 a cerca de mil pasajeros de 24 partidos del Conurbano y distintas ciudades del territorio.

Según el relevamiento, el 67, 6% de los encuestados del Gran Buenos Aires (GBA) consideró que es excesiva la cantidad de pasajeros y cuestionó también los tiempos de espera (60,8%). Lo mismo opinaron en el interior, con cifras de 66,8% y 54,8%, respectivamente.

Con respecto al costo del pasaje, el 50,8% de los habitantes del Conurbano respondió que es alto, mientras que en el interior el porcentaje ascendió a 60,3%. En cuanto a la calidad del servicio, en el GBA el 31,5% criticó el estado del vehículo y en el interior, el 37,2%. En comparación con el 2018, casi la mitad de los usuarios de ambas regiones consideraron que el servicio empeoró. En tanto, quienes se trasladan en tren y subterráneo, creen que dichos servicios se han mantenido igual o mejor respecto del año anterior.

Sobre el ferrocarril, los encuestados destacaron como fortalezas la duración del viaje, el tiempo de espera y la atención del personal. Esta valoración positiva puede visualizarse en la cantidad de pasajeros: desde 2015, se sumaron 15 millones de usuarios, a diferencia del colectivo, que en el mismo período perdió casi 40 millones (de todas formas continúa siendo el transporte más utilizado).

Desde el área de Transporte de la Defensoría atribuyeron este último descenso “al creciente desempleo, el aumento en las tarifas del transporte y a la calidad del servicio que presta”.

“En este contexto es sumamente importante escuchar a los usuarios, para conocer cómo viajan y qué se puede hacer para mejorar el servicio. El transporte es un derecho y es necesario contar con información para que el Estado pueda generar políticas públicas que sirvan”, remarcó al respecto Guido Lorenzino, titular del organismo.